VIVIR A FONDO | CICLO B – XXXIII DOMINGO DE TIEMPO ORDINARIO

11 noviembre 2021

Mc 13, 24-32

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «En aquellos días, después de la gran angustia, el sol se oscurecerá, la luna no dará su resplandor, las estrellas caerán del cielo, los astros se tambalearán. Entonces verán venir al Hijo del hombre sobre las nubes con gran poder y gloria; enviará a los ángeles y reunirá a sus elegidos de los cuatro vientos, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo. Aprended de esta parábola de la higuera: cuando las ramas se ponen tiernas y brotan las yemas, deducís que el verano está cerca; pues cuando veáis vosotros que esto sucede, sabed que él está cerca, a la puerta. En verdad os digo que no pasará esta generación sin que todo suceda. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. En cuanto al día y la hora, nadie lo conoce, ni los ángeles del cielo ni el Hijo, solo el Padre».

Se acaba el año litúrgico y el Evangelio, hablándonos del final de los tiempos, nos invita a revisar nuestra vida.

¿Qué importancia le he dado a la Palabra de Jesús en este año?

¿La he transformado en vida?

Del Salmo 15

¡Cuida, oh Dios, de mí, pues en ti busco protección!

“Tú eres mi Señor, mi bien; nada es comparable a ti.”

Señor, continuad dándome entendimiento e instruid mi corazón, ahora y siempre.

Amén

“Un poco de fe”

(Ixcís)

https://www.youtube.com/watch?v=5Aafr4JK1Dc

No, no necesito más. No necesito más. Solo fe.

No, no necesito más para andar sobre los mares que un poco de fe.

Vivo en la contradicción de no andar por tus caminos, aunque sé que es lo mejor.

No, no hago caso, me resisto, no ahondo, me despisto, ni siquiera sé quién soy.

Que tu luz me ayude a ver el sendero que he de andar para llegar a mi verdad.

Hazme, Padre, comprender  que nada es imposible. Puedo volver a nacer.

No, no necesito más. No necesito más. Solo fe.

No, no necesito más para andar sobre los mares que un poco de fe.

Vivo en la contradicción de no ver a mis hermanos y me cierro en mi yo.

Lucho, me canso y desisto. No me encuentro a mí mismo y me siento aún peor.

Que tu luz me ayude a ver…

No, no necesito más. No necesito más. Solo fe.

No, no necesito más para andar sobre los mares que un poco de fe.

Vivo en la contradicción de no andar por tus caminos, aunque sé que es lo mejor.