Pan de Vida…, ¿de qué Vida? Está claro que no nos alargará ni un día más nuestra permanencia en esta tierra; en todo caso, nos cambiará la calidad y la hondura de cada instante de nuestros días. Preguntémonos con honestidad: —Y yo, ¿qué vida quiero para mí? Y comparémosla con la orientación real con que vivimos. ¿Es esto lo que querías? ¿No crees que el horizonte pueda ser todavía mucho más amplio? Pues mira: mucho más aún que todo lo que podamos imaginar tú y yo juntos… mucho más llena… mucho más hermosa… mucho más… es la Vida de Cristo palpitando en la Eucaristía. Y allí está, esperándonos para ser comido, esperando en la puerta de tu corazón, paciente, ardiente como quien sabe amar. Y después de esto, la Vida eterna: «El que coma este pan vivirá para siempre» (Jn 6,58). — ¿Qué más quieres?
Fuente: http://www.evangeli.net/dias-liturgicos/IV_179_es.html