En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo: «Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna. Porque tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Unigénito, para que todo el que cree en él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que le mundo se salve por él. El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Unigénito de Dios. Este es el juicio: que la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron la tiniebla a la luz, porque sus obras eran malas. Pues todo el que obra el mal detesta la luz, y no se acerca a la luz, para no verse acusado por sus obras. En cambio, el que obra la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios».
Tómate tiempo. Tiempo para conocer tus luces y tus sombras.
Tiempo para llevarlas a la oración…
ida?
Lleno de sombras y de luces, en medio de un mundo de locos.
Mis sombras… ayúdame a que se transformen en luces.
Sólo contigo brillarán.
Mis luces…. gracias por ellas.
Con ellas puedo hacer el bien a los demás.
Com costa perdonar… i més quan t’has de perdonar a tu mateix…
Perdóname por todos mis errores,
por mis mil contradicciones,
por las puertas que crucé.
Discúlpame, por quererte igual que antes
y por no poder callarme ni siquiera hoy lo haré.
Hay, demasiados corazones sin consuelo,
es demasiado frío éste momento
cuando siento que te pierdo.
Entiéndeme, con todas mis locuras
fueron la mitad más una
de las que te he visto hacer.
Discúlpame, si te duele lo que veo
demasiados buitres negros,
tú eres demasiado bueno para ellos,
tú eres demasiado bueno para ellos.
Hay, demasiados corazones sin consuelo,
es demasiado frío éste momento
cuando siento que te pierdo.
Hay demasiados corazones sin consuelo,
es demasiado frío éste momento ohhh
Ha hay demasiado corazones sin consuelo,
es demasiado frío éste momento
cuando siento que te pierdo.