El evento congregó a casi 350 ADMA en la casa salesiana de Burriana y contó con la participación de un buen número de salesianos animadores espirituales de las asociaciones locales, así como con la presencia de los hermanos de la comunidad local que se desvivieron para que todos se sintieran como en casa. Los actos principales fueron una visita cultural al centro histórico de la ciudad, la Eucaristía en la parroquia salesiana y la comida y velada en el polideportivo, en la que no faltaron unas vistosas coreografías a cargo del Centro Juvenil local "Porta oberta".
El voluntariado juvenil como motor de transformación social
Quedaron atrás los años 80 y su modelo de centro juvenil centrado en el ocio y tiempo libre como lugar de reunión para jugar, charlar, descansar, encontrar su propia identidad, que les diferenciara del mundo adulto. Era zona libre de padres y...