Durante las jornadas del 20 y 21 de febrero, en Valencia y Sevilla respectivamente, más de un millar de estudiantes de las presencias salesianas se encontraron para escuchar el testimonio de Manuel y Catalina, dos jóvenes desvinculados de las FARC en Colombia que presentan estos días en Europa el documental tras su paso por Roma, Bruselas, Ginebra, Colonia, Bonn y Madrid.
Manuel y Catalina han estado acompañados por Rafael Bejarano, salesiano y director de Ciudad Don Bosco-Medellín, y James Areiza, educador y responsable de los programas de Protección de la Infancia en Ciudad Don Bosco.
¡Alto el fuego!, dirigido por Raúl de la Fuente, recorre en 21 minutos los miedos, sueños y esperanzas de sus protagonistas. Dos jornadas en las que de viva voz han querido compartir su experiencia, pero sobre todo un mensaje de superación.
Tanto Catalina como Manuel son ahora embajadores de la paz. Acogidos en Ciudad Don Bosco Medellín por los Salesianos y gracias al programa ‘Construyendo sueños’ son la muestra de que hay un futuro para los miles de jóvenes que como ellos han sido víctimas de más de 50 años del conflicto armado en Colombia.
“Nosotros somos el futuro de una nueva Colombia”, ha transmitido Catalina. “En la vida todo puede cambiarse para bien”, ha recalcado Manuel. Ambos, ahora mayores de edad, han reconstruido sus vidas. Estudian, han aprendido un oficio, se han reinsertado en la sociedad y continúan trabajando para alcanzar nuevas metas, como ir a la universidad o simplemente ”tener libertad, ir a donde yo quiera”, expresaba Manuel. Su mensaje, como ha deseado Catalina, quiere llegar a todas partes, no solo a Colombia.
Tras dos mañanas dedicadas al trabajo con los alumnos, las tardes estuvieron centradas en el testimonio con las familias y la atención a los medios de comunicación. Las instalaciones de Salesianos San Antonio Abad y Salesianos Trinidad abrieron sus puertas para todos aquellos que quisieron participar en la presentación del documental. Una vez más con llenos por el interés tanto por la cinta como por los testimonios de sus protagonistas y los salesianos que les acompañaban. En el turno de preguntas hubo numerosas intervenciones del público asistente que no solo interpeló a Catalina, Manuel, Rafael o James, también, manifestó su admiración, agradecimiento y emoción por los testimonios.
La utilización de menores como soldado es una práctica muy extendida en los países que sufren una guerra: son mano de obra barata, muy manipulables, poco exigentes, leales, fácilmente reemplazables, que cuesta poco alimentar, que levantan menos sospechas en las filas enemigas y que son perfectos acompañantes y esclavos sexuales… Se cree que en Colombia aún quedan entre 8.000 y 14.000 menores soldados.
Alejados de la educación durante años, los menores desvinculados del conflicto son acogidos en Ciudad Don Bosco Medellín por los Salesianos, que han acompañado en los últimos 15 año a más de 2.300 menores desmovilizados del conflicto. El programa ‘Construyendo sueños’ los acoge, recupera y educa ayudándoles a superar sus traumas gracias a la pedagogía de la confianza, cambiando sus miedos por ganas de aprender y enseñándoles un oficio para que se reinserten en la sociedad y regresen con sus familias.
Tanto Rafael Bejarano como James Areiza apoyaron con sus palabras el proceso de superación que han realizado los jóvenes acogidos por Ciudad Don Bosco. “Han hecho una apuesta consigo mismos y con la sociedad”; “la pedagogía salesiana es realmente humanizante y humanizadora”, reconocía el coordinador de proyectos; “ser salesiano, como enseñaba Don Bosco, es creer en el corazón de los jóvenes. Aunque puedan vivir situaciones difíciles todos somos seres humanos y tenemos la posibilidad de salir adelante”, subrayaba su director.