Recientemente, durante la Celebración de la Eucaristía, quince personas hicieron su Promesa como Salesianos Cooperadores bajo el eslogan «Queremos, como Don Bosco, aprender a mirar a los jóvenes con los ojos de Dios».
Iniciaron su compromiso en el Templo Don Bosco de la Obra salesiana con la asistencia de salesianos, cooperadores, familia y un público que llenaba totalmente el templo.
Después de varios años de preparación, decidieron dar el paso y secundar el estilo de don Bosco en todo aquello que vaya a constituir su actividad profesional, de tiempo libre y de relaciones personales.
Quince nuevos salesianos-cooperadores que pasan a constituir la Familia Salesiana, hermanándose con los centenares de miles esparcidos por todo el mundo en los más de 130 países en donde ya existen Presencias salesianas.
Quiso Don Bosco -con los salesianos cooperadores- hacer extensible su Obra a todos aquellos lugares y espacios donde no era posible la presencia de salesianos consagrados en una congregación religiosa.
El eslogan con el que inician su recorrido es hondamente hermoso, útil para realizar y desarrollar una vocación dedicada al servicio de los demás, especialmente de los jóvenes.