Un portero enviado del cielo

19 julio 2017

¿Los pequeños gestos de atención y cuidado, la sonrisa y la positividad, transmitir un mensaje de vida, conducir hacia el bien, pueden ser fecundos? Indudablemente la respuesta es afirmativa. “Si bien es cierto que Buffon es mi modelo, y Peruzzi ha sido el ídolo que más ha influenciado en mi crecimiento para convertirme en portero, el salesiano Francesco Pampinella fue el primero y el mejor encuentro con el verdadero número uno”, comenta Giuseppe Iacomini, una arquero del fútbol profesional que aprendió mucho del encuentro con el gran educador salesiano.

Aquí su testimonio:

"De pequeño suceden cosas que afectan al futuro. Encuentros que marcan la diferencia en la formación y en el futuro. Conoces a personas que en apariencia parecen ordinarias, pero en su sencillez esconden el secreto de su ser especial. Esto sucedió con Francisco cuando entró en Blera a vender el pescado. Un vendedor ambulante como muchos, pero no tenía mucho que dar a los demás.

Cuando me buscaba vivía la emoción más grande de la semana, ya que significaba que iba a jugar al fútbol conmigo. Él sabía de mi pasión por ser arquero, y tal vez volvió a ver en mí ese pequeño niño que había sido, por ello jugó como arquero. Me enseñó a patear, a posicionarme, cómo colocar las manos… Pero sobre todo, me transmitió la pasión por ser guardameta.

En Blera lo querían todos y se convirtió durante varios años en el arquero del equipo del lugar. Mi padre era dirigente y aquella relación de amistad comenzó en las calles del centro histórico y continuó en el terreno de juego ya que el campo deportivo era un poco como mi segundo hogar. Era muy alto. Tenía unas manos gigantes y una sonrisa encantadora para llenar cualquier lugar donde se encontraba.

Sus gestos de preocupación y afecto hacia mí, son algunos de los mejores recuerdos de una infancia vivida con sencillez, pero al mismo tiempo llena de gente que ha sido capaz de dar una parte importante de sus vidas. Hoy el famoso Francesco Pampinella se ha convertido en el “Padre” Francesco Pampinella, párroco y director del Oratorio Salesiano de Vasto y lleva la voz del Señor entre los muchos jóvenes que forman parte de su comunidad".
 
Fuente: La Fune

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