Más de una treintena de chavales en riesgo de exclusión social participan en un proyecto social llamado «No dudaría en volver a reír», que viene realizando la asociación juvenil Aldaba desde hace unos años. Esta actuación acaba de recibir un importante impulso económico de la mano de la obra social La Caixa.
La presidenta de la entidad salesiana, María Fabero, destacó que «Aldaba continúa haciendo presente el carisma de Don Bosco, atendiendo a los jóvenes más necesitados de la ciudad». También quiso agradecer el donativo aportado por la institución financiera, que «significa el reconocimiento al trabajo a favor de la juventud de Utrera, especialmente a través de ‘No dudaría en volver a reír’», en el entorno de la barriada La Paz. Esta ayuda «permite continuar con la escuela de verano, que atenderá durante cuatro horas diarias a 30 niños y sus familias, pudiendo realizar deportes, reforzar los conocimientos adquiridos durante el curso, crecer como personas formándose en valores, y participar posteriormente en el campamento de verano. Además, permite también comenzar el curso en septiembre, continuando el proyecto que comenzó hace ahora cinco años».
Fabero tuvo igualmente palabras de agradecimiento a la Casa salesiana y a los grupos que la componen, «por tener siempre las puertas abiertas»; así como al Ayuntamiento, a la asociación de mujeres de Santiago el Mayor, a las hermandades, y a las entidades públicas y privadas que colaboran con este proyecto. También dio las gracias a los voluntarios y a los animadores «que han dedicado y dedican su tiempo a la juventud más necesitada».
Un total de 8.000 euros es la aportación recibida por parte de Aldaba. El director del área de negocio para Dos Hermanas y Utrera de la obra social La Caixa, José Alfonso Hurtado, recordó que, «como caja de ahorro que somos, no queremos perder nuestra seña de identidad», por lo que habló de la partida económica que esta entidad destina cada año a los sectores más necesitados. En este sentido, comentó que, en los últimos meses, también han entregado ayudas a otros colectivos utreranos, como la asociación de madres y padres de niños con discapacidad «Acéptalos», la asociación de afectados de fibromialgia «Arco de la Villa» y el «bocadillo solidario» impulsado por la Federación Utrerana de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (Fuampa).
Hurtado animó a las distintas entidades sociales de la ciudad a que acudan a sus oficinas para darles a conocer sus proyectos, «y podamos revertir una parte importante de los beneficios de nuestra entidad, para paliar esas necesidades que tengan».
En esta convocatoria también estuvo el alcalde, José María Villalobos (PSOE), quien mostró su «admiración por el trabajo que hace Aldaba, porque es necesario tener jóvenes en esta localidad que se impliquen socialmente y se peleen por tener una ciudad mejor y más justa, de forma desinteresada». Por ello les animó a continuar, al tiempo que dijo a sus miembros que el Ayuntamiento «está a vuestra disposición».
El regidor local puso en valor el trabajo de la asociación, porque «ninguna administración es capaz de llegar a sitios a los que sí llegan entidades como Aldaba». También dio las gracias a La Caixa «por tener presente que hay gente que lo está pasando mal».
El encargado de cerrar este acto fue el director de la Casa salesiana de Utrera, Juan José Gutiérrez Galeote, quien quiso recordar la vocación de la congregación religiosa a la que él pertenece «de servicio a los jóvenes, especialmente a los más pobres». El presbítero puso en valor este proyecto, que es «un sueño maravilloso, hecho realidad gracias a la colaboración de muchas personas e instituciones». Así, destacó «la sensibilidad de La Caixa hacia los más necesitados», al tiempo que agradeció también el apoyo del Ayuntamiento.
De igual modo, el presbítero señaló que «siempre están abiertas las puertas de esta Casa salesiana, que no finaliza con los muros físicos que la cierran, sino que llegan a la barriada La Paz», donde se enmarca esta acción de la asociación juvenil Aldaba.
Acompañando en esta cita también estuvieron los beneficiarios del proyecto, colaboradores y miembros de la corporación municipal y de las oficinas de La Caixa en Utrera.