El concierto del Tibidabo era el primero de los dos que este festival ha organizado en Barcelona; el segundo, en la cripta de la Sagrada Familia.
Las tres formaciones corales interpretaron sobre todo piezas polifónicas religiosas de autores como Vivaldi, Mozart, Grieg o Bruckner, pero hubo también espacio para interpretaciones de música popular y folklórica.
La cripta del Tibidabo prestó el marco adecuado para que los asistentes, no pocos de ellos turistas, gozaran de un tiempo de música de gran calidad que refrendaron con sus aplausos.
Lucía Beresová, directora musical del festival “Cantate Catalunya” ha explicado que el propósito de este certamen es expresar que la música y el canto no tienen fronteras, sino que significan alegría, pena y pasión. “Cantamos sobre el amor, la esperanza y la gloria, pero también sobre el miedo y la ansiedad”, afirmó.