Un grupo de docentes de la nueva Inspectoría María Auxiliadora se desplazaron a Turín guiados por el salesiano don Rosendo Alabau quien, con pasión e infinidad de datos, fue el encargado de mostrar los lugares donde Don Bosco realizó su labor pedagógica.
La peregrinación comenzó en Capriglio, el pueblo de mamá Margarita, transmisora de los valores en los que Don Bosco se apoyó para cimentar su vocación educativa. Posteriormente, el grupo se trasladó a I Becchi el lugar que vio nacer a don Bosco y que marcó su personalidad y el espíritu que deseaba para sus casas. Un hecho relevante fue el denominado “sueño de los nueve años” en el prado del sueño gracias al que Juanito orientará su vocación a los jóvenes más desfavorecidos.
La siguiente parada tuvo como escenario la ciudad de Chieri de especial relevancia puesto que marcó la formación de Don Bosco. En Turín, capital del Piamonte, los profesores siguieron el itinerario donde don Bosco realizó su labor educativa: El refugio de la Marquesa de Barolo, el cementerio de San Pedro In Víncoli, la Casa Moretta, el Prado Filippi, el Oratorio de Valdocco en el que se encuentra la capilla Pinardi, el Museo de Don Bosco, la Basílica de María Auxiladora y la iglesia dedicada a San Francisco de Sales, entre otros espacios de particular relevancia.
Rosendo Alabau, tras más de una década guiando profesores a los escenarios donde Don Bosco ejerció su labor, sigue emocionándose en cada viaje “para mí supone una gran alegría poder compartir estos momentos. Han significado que todos salgamos renovados en la devoción a Don Bosco y que los educadores vuelvan a su tarea más emocionados”. Por su parte Javier Torregrosa, coordinador de Escuelas de la Zona Centro e integrante del grupo, señaló que “nos hemos renovado en el conocimiento de Don Bosco. Es una formación muy interesante para todos los educadores salesianos, además el ambiente del grupo ha sido excelente y muy participativo.”.
Los cinco días, que los veinticuatro profesores convivieron en Turín, les han creado grandes lazos de unión y, sobre todo, han consolidado su vocación docente en el carisma salesiano.