Los jóvenes y los padres de estos pasaron una tarde en la playa en la que pudieron disfrutar de las diferentes actividades que los monitores habían preparado para este día tan especial. El pañuelo, juegos de relevos, pilla pillas y juegos de rastreo fueron los protagonistas de la velada, pero la cosa no terminó ahí.
Después de los juegos, los jóvenes tuvieron una eucaristía muy especial, en la que se introdujo un símbolo muy especial: la imposición de la pañoleta a los socios del Centro Juvenil.
Todos los que forman parte de esta gran familia, desde los más pequeños hasta los propios monitores; recibieron la pañoleta que representa al Centro Juvenil Salesiano Garelli con unos colores muy característicos: amarillo y azul.
Tras esto, los jóvenes pasaron al patio, donde les esperaba el concurso de pinchos. Aquí, participaron diferentes familias, dando a probar sus variados y deliciosos pinchos a un jurado un poco exigente Tras la deliberación de este y anunciar a la familia ganadora del concurso, que recibió como premio un gorro de chef, comenzó la cena y, más tarde, la verbena, que puso fin a una tarde llena de alegría, risas y juegos en familia.