Francisco Javier Doña trabaja como docente en el centro educativo Manuel Lora Tamayo de Jerez de la Frontera y es voluntario de Solidaridad Don Bosco. El curso pasado promovió la iniciativa “6.000 kilómetros de solidaridad”, por la cual, con motivo de la ruta en moto que iba a recorrer en verano de 6000 kilómetros, quiso que su experiencia fuera solidaria, y sirviera para colaborar el proyecto Foyer Don Bosco de Kandi, en Benín, perteneciente a la campaña “Súmate X los derechos de la infancia”. Gracias a Francisco Javier, y a muchas personas que le han apoyado, se realizaron eventos para recaudar fondos, venta de camisetas, etc, que han servido para que el proyecto en Kandi fuera realidad. Transcurrida su ruta en julio del verano pasado, y ya finalizado el proyecto en Kandi, hablamos con él para conocer su valoración y lo que ha aprendido a través de la experiencia.
Me ha llamado mucho la atención como mucha gente se ha volcado casi tanto como yo en este proyecto, o como alguno incluso se ha contagiado y anda dando vueltas a la cabeza para realizar algún proyecto parecido. Estoy convencido de que si a la gente se le da herramientas para ayudar, ayuda.
¿Cómo valoras la respuesta de la gente? ¿Crees que también ha servido para sensibilizar?
Muy buena. Es cierto que no hemos alcanzado los 3.000 € que pusimos en el reto, pero era una cifra simbólica, y el hecho de haber superado la mitad creo que es un éxito.
Sin duda, hay mucha gente que me ha preguntado por la situación allí en Kandi y se han interesado mucho, otros, por ejemplo se han sorprendido de que hoy en día siga quedando tanto trabajo por hacer en cuanto a derechos de la infancia se refiere.
¿De qué manera podemos seguir implicando a otras personas en acciones solidarias?
Creo que si queremos implicar a la gente, lo primero es informar. Muchas veces no se hace más por desconocimiento, hay gente con muchas ganas de ayudar a los demás pero que no saben cómo.
En el transcurso de tu viaje habrás tenido muchas historias interesantes. Cuéntanos alguna anécdota que te haya marcado.
Uno de los días, nada más empezar la jornada, tuve que parar en un tramo que estaba en obras. Allí coincidí con un grupo de motoristas croatas y al chalar y comentarles mi proyecto decidieron cambiar su itinerario de ese día para acompañarme en esa jornada para que yo no rodara sólo.
¿De qué manera sigues colaborando y participando en la ONGD Solidaridad Don Bosco?
Tengo la suerte de poder trabajar con ellos en mi escuela distintos programas de sensibilización con mis alumnos. Además, en unos meses me caso y uno de los detalles para los invitados va a beneficio de la ONGD Solidaridad Don Bosco.