En la Eucaristía inicial se recordó el mensaje de apertura del Bicentenario del nacimiento de Don Bosco pronunciado por el Rector Mayor en el que se anunciaba que "El carisma salesiano es el regalo que Dios, a través de Don Bosco, ha hecho a la Iglesia y al Mundo”. Por esa razón se transmitía esta idea como motivo del encuentro.
Una jornada en la que la Familia Salesiana asumía este mensaje, para que el Bicentenario fuera vivido como “una oportunidad para una verdadera renovación espiritual y pastoral en la Familia, una ocasión para hacer más vivo el carisma y hacer tan actual a Don Bosco como siempre lo fue para los jóvenes."
Tras el saludo de Cristóbal López, provincial de la Inspectoría María Auxiliadora, se vivió el momento “familiar” en el que todos los grupos asistentes trabajaron de forma conjunta, para dar posteriormente paso a los momento por grupos de FASA.
El trabajo se centró en la fijación de las fechas importantes, así como en el análisis de la situación de cada uno de los centros. Además se comunicaron los objetivos provinciales y las líneas de acción para este curso y se distribuyeron tareas respecto a algunos de los momentos planificados, tanto a nivel local como provincial. También se informó acerca de las distintas iniciativas de los consejos en los programas de eventos para la celebración del Bicentenario.
Tras el almuerzo compartido se finalizó el encuentro con las Buenas tardes y la despedida de María Auxiliadora en una jornada que en palabras de los asistentes había estado cargada de un “trabajo enriquecedor donde se ha mostrado la sensibilidad existente de los Consejos para acercar el carisma de Don Bosco con más fuerza que nunca”.