Marco Antonio Martínez está viviendo unas semanas de intenso trabajo y mucha ilusión preparando, junto a la gran familia salesiana, las actividades y la cabalgata del Gran Visir, figura que encarna este 2018. Desde el colegio, la asociación juvenil Futuro Abierto y familias del barrio del centro Lora Tamayo se han volcado para conseguir que los días 2, 3 y 4 de enero sean mágicos. "Desde el principio todos han querido colaborar. Hemos tenido un ‘problema’ porque no pueden salir menores de 12 años y el ejercicio ha sido venderles que van a ser igual de protagonistas sin salir. Todos tienen una ilusión muy grande", reconoce el salesiano.
Este año el Gran Visir ha sacado una pulsera para recaudar fondos y financiar los gastos que acarrean estas actividades. La semana pasada tuvieron que pedir 1.000 más porque las 5.400 que se sacaron al principio se han vendido. "También hemos tenido donativos anónimos, que no son sólo económicos. Yo tengo un tractor, cuenta con él; yo tengo tres trajes, cuenta con él. Y María Espejo nos está ayudando muchísimo", apunta Marco. También los Reyes Magos, José Manuel Martín, Juan Carlos Carrasco y Felipa Medrano, "se están preocupando y sin duda, los técnicos del Ayuntamiento, que se están portando también genial".
"Una cabalgata que está pensada para 100 personas yo ya llevo 300. Vienen cuatro compañías de teatro y a lo bestia, también seis pasacalles (uno viene de Huelva, anterior destino de Marco), y vamos a montar una segunda carroza. Le hemos dado nuestro toque salesiano, en el que el protagonismo lo tienen los niños", subraya el Gran Visir. Martínez avanza algunas de las actividades que habrá en el Alcázar los días 3 y 4 de enero, jornadas en las que estará recogiendo las cartas de los más pequeños. "Para que no estén en la cola, desde que entran queremos que se involucren en una macro actividad, así que les daremos unos números para que no pierdan el turno y disfruten de todo. Habrá una fábrica de juguetes, un observatorio astronómico para ver la estrella de Belén, música en directo, daremos una varita luminosa, talleres, la habitación de los Reyes Magos… La pregunta no es ‘¿qué vamos a hacer?’, sino ‘si yo fuera niño, ¿qué me gustaría hacer?’. Es otra clave. María hizo un trabajo grande, y nosotros queremos dar un pasito más", declara el salesiano.
"Saber que me van a dar sus deseos es lo más bonito. Cuando fui Rey Mago en Huelva lo que más me gustó no fue la cabalgata, sino la visita a la cárcel, la visita a Pediatría, que como cura fui también a la UCI, y después algo parecido al Gran Visir, que fue un tiempo que atendimos en el Ayuntamiento a los niños. Si para mí fue eso lo más bonito, ahora tener dos días enteros para eso, más la cabalgata a tu gusto y el día 5 en la cabalgata grande… Es que es una ilusión muy grande. Y además vas con los tuyos. Es una suerte recibirlo una vez en tu vida, pero pensar que iban a ser dos… Ni por asomo", reconoce el Gran Visir.