San José del Valle, colegio, escuela y hogar

22 septiembre 2016

En la Inspectoría María Auxiliadora existen tres casas salesianas que cuentan con escuela hogar: Antequera (Málaga) con 190 residentes, Campano (Cádiz) con 40 y San José del Valle (Cádiz) con 60.

La escuela-hogar de San José del Valle es un centro educativo que acoge, de lunes a viernes en régimen de internado, a niños y niñas procedentes de familias consideradas en riesgo de exclusión social. En la gran mayoría de los casos son menores que proceden de familias sin apenas ingresos económicos ni formación, algunas monoparentales, familias desestructuradas; en otros casos con progenitores en prisión por delitos relacionados con las drogas, inmigrantes; y tampoco faltan las familias que han sufrido la violencia de género.   

Los escolares residentes son niños y jóvenes de entre 6 y 17 años. Su perfil es diverso y complejo, abundando el fracaso escolar, con grandes problemas de autoestima debido a situaciones familiares disfuncionales que han vivido desde sus primeros años de infancia.

La Junta de Andalucía, previo estudio de la situación familiar a través de los informes sociales realizados por los diferentes equipos de intervención familiar o los servicios sociales de las localidades, es la que deriva a los menores a las escuelas hogares otorgándoles una “beca de escuela hogar” con la que queda cubierta su estancia en el centro: alimentación, material escolar, ropa, realización de actividades, etc.

Al igual que Don Bosco, Salesianos San José del Valle pretende que la escuela-hogar sea una casa donde los jóvenes puedan encontrar un verdadero hogar donde crecer y madurar.

Desde hace más de cuarenta años los salesianos en San José del Valle llegan acogiendo a jóvenes en la escuela hogar.
Por las mañanas comparten el horario y las clases con alumnos externos de San José del Valle. Al acabar las clases comienza el ritmo de la escuela hogar: deportes, estudio, manualidades, baile, sala de juegos, grupos de formación humano-cristiana.

Una analogía con la situación descrita en el cortometraje “El circo de las mariposas”,  como educadores salesianos se ayuda a que los jóvenes descubran las enormes potencialidades, posibilidades y riquezas que tienen en su interior: todo un universo por descubrir y acrecentar.

En el día a día, el sistema preventivo es aplicado: la palabra al oído, la cercanía, la acogida incondicional, la confianza en el joven, el amor, el valorar los pequeños y grandes avances que cada uno va consiguiendo, las buenas noches. Es más, el sistema educativo salesiano considera que el niño y la niña tienen que ser los protagonistas de su propio crecimiento personal y educativo.

Todo ello con un único objetivo: hacer de ellos “buenos cristianos y honrados ciudadanos”. Objetivo que, con el paso del tiempo y la ayuda de Dios, vemos que se va haciendo realidad.
 

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