Por Salesianos Comunicación.
La identidad corporativa no es algo estático en el tiempo con la capacidad de representar eternamente. En una sociedad cambiante, en constante evolución, sacudida por modas y tendencias, puede que en algún momento deje de servir adecuadamente, especialmente si se producen cambios internos de envergadura.
La unificación de las Inspectorías Salesianas en junio de 2014, y las diferentes imágenes visuales que convivían hasta la fecha en presencias y proyectos, hizo necesario apostar por un criterio unificador donde la marca Salesianos fuera reconocida y presidida bajo una sola identidad.
Desde ese momento se pusieron las bases para reconducir la dispersión de imágenes que se proyecta a la sociedad para establecer una serie de fines que la nueva identidad se marcaba como objetivos.
Este cambio debía conllevar una unificación de su identidad e imagen para que fuera representativa y unificadora. El objetivo de la marca, con la llamada «casita», fue precisamente el proporcionar a las personas que la prescriben una impregnación de señales para que fueran percibidas de forma positiva y recordadas fácilmente. La figura de Don Bosco en el centro, acompañado por dos jóvenes en los extremos, y un nuevo color corporativa en línea con la Congregación.
Ello permitió añadir un elemento diferenciador, frente a otros colegios o entidades, y reforzar entre sí las diferentes líneas de actuación de los proyectos y los valores de la educación salesiana.
Las fusiones entre inspectorías traían consigo cambios de calado. La imagen dejaba a su vez de estar ligada a una determinada zona geográfica, a un segmento específico o a un proyecto concreto, y todo esto implicaba una redefinición e implementación progresiva de la identidad visual.
Las diferentes aplicaciones y fases en los últimos años han sido Terrassa, La Línea, Algeciras, Mataró, Cádiz, Córdoba, Zaragoza, entre otras muchas casas salesianas que desde 2015 han unificado la imagen que transmiten al exterior tanto en aulas, como despachos, fachadas o patios.
Los ejemplos más recientes
«Al acercarse a nuestra escuela y levantar un poco la vista descubrirán que algo ha cambiado en la fachada interior que da al patio. Un gran logo de dos metros y medio de alto por dos metros y medio de ancho ha aparecido en lo alto de la torre de las escaleras de la ESO; lo acompañan unas letras de ochenta centímetros de altura que, juntas, forman la palabra «Salesianos», de casi diez metros de longitud», compartía José Carlos Muñoz, delegado de Comunicación de Salesianos Terrassa sobre la aplicación más reciente.
El objetivo de esta instalación es dar más visibilidad a la escuela, darse a conocer a más personas y llegar a todos aquellos que no conozcan el centro salesiano. «Está situada en un lugar que la hace visible en el exterior desde las calles adyacentes -carretera de Olesa, C / Don Bosco, C / María Auxiliadora e incluso desde la autopista C-58- hecho con el que queremos dar más proyección exterior a nuestro Centro y abrirnos aún más, como hemos hecho siempre, en nuestro entorno», explica.
Desde La Línea de la Concepción en las últimas semanas se ha apostado por un trabajo conjunto por parte del claustro de profesores y el PAS con el pintado de los patios aplicando la imagen corporativa.