La casa salesiana de Jerez Torres Silva continúa con los actos previstos por su 75 aniversario tras la apertura realizada el pasado 24 de octubre. Entre los actos con los que homenajear la llegada de los salesianos de Don Bosco a Jerez desde el Oratorio Festivo y para agradecer la labor realizada por todas las personas que han sido un pilar importante en la vida de la casa destacó el homenaje que la presencia salesiana ha realizado a Álvaro Domecq Romero, hijo del principal benefactor de la obra.
Este reconocimiento se llevó a cabo durante la jornada del 7 de diciembre de 1947, fecha en la que, 75 años atrás, se estrenó el campanario salesiano gracias a la labor del ilustre rejoneador y alcalde D. Álvaro Domecq y Díez, que con su aportación económica en la época pudo llevarse a cabo una construcción que se inició en 1939 y contribuyó a culturizar y alfabetizar a jóvenes de las clases más desfavorecidas tras la postguerra.
El preámbulo del homenaje se desarrolló con la celebración de la Eucaristía escolar, presidida por el salesiano Fernando Báñez, por la festividad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María. Este momento se aprovechó para entregar a Álvaro Domecq Romero diferentes obsequios entre los que se encontraba una fotografía enmarcada tomada hace 75 años tiñendo la campana; una réplica en miniatura del gran azulejo en honor a su padre que se encuentra en el patio del centro educativo y una maqueta de la espadaña, campanario y veleta donde aparece el benefactor rejoneando un toro de lidia, elemento que preside el logo del 75 aniversario de la obra.
Una campana que siete décadas volvió repicar manualmente con la compañía de salesianos, docentes, antiguos alumnos, amigos y familiares en una foto sobre la cubierta que quedará para el recuerdo.