La casa salesiana de Elche tuvo un merecido reconocimiento para la figura de Ignacio Sola Goñi, fallecido en noviembre de 2017 a los 78 años tras haber cumplido los 60 de salesiano y los 49 de sacerdote.
“Darle nombre a la palmera, con el nombre y apellidos de un salesiano, es signo de agradecimiento por el acompañamiento de Ignacio, acompañamiento vivido y experimentado, hecho a base de encuentros, complicidades, pasos compartidos, momentos clave de tantas vidas personales e historias familiares. El acompañamiento de un salesiano que dio la vida por nosotros, por su gente, por su pueblo: fue como el grano de mostaza del que Jesús nos habla en el Evangelio”, compartían desde la casa salesiana durante la celebración del pasado viernes 27 de mayo.
La palmera en la casa salesiana de Elche es símbolo de la tierra donde se echan raíces. “Es aquí donde estamos llamados a construir vida, a humanizar, a contagiar dignidad, a vivir nuestra vocación salesiana… Esta es la tierra donde se nos acoge, que nos abre sus puertas y sus corazones, donde estamos llamados a acompañar vidas, historias, a ofrecer presencia, «palabras al oído», a vivir este servicio al que Dios nos llamó”, añadían.
Durante el acto también hubo ocasión de recordarlo con diferentes objetos que evocan su acompañamiento, como la escuadra, la bufanda del Osasuna o el cojín.
Ignacio Sola nació en Sangüesa (Navarra) en 1939. Hizo el Noviciado en L’Arboç (Tarragona), donde profesó en 1957. Estudió Filosofía en Sant Vicenç dels Horts. El tirocinio práctico lo realizó en Valencia-San Antonio Abad. Los estudios de Teología los cursó en Barcelona Martí-Codolar. Recibió la ordenación sacerdotal en Pamplona, el 24 de mayo de 1968. A través de los años, desarrolló su labor pastoral en Burriana; Alicante-Don Bosco; Elche-San Rafael; El Campello y en Elche-San José Artesano, desde 2011 hasta la fecha de su fallecimiento.
Querido por muchas personas, Ignacio Sola siempre tuvo detalles con todos, fue un buen profesor, exigente a la par que atento a las necesidades de cada uno; muy trabajador, fue un excelente administrador y, como sacerdote, en estos últimos años colaboraba en diversas parroquias de Elche.