Con el título ‘ Por un consenso en el ámbito de la atención y la promoción de las personas que viven en situación de vulnerabilidad y pobreza en la ciudad de Lleida’, Arrels Sant Ignasi, Cáritas Diocesana de Lleida y la plataforma social de los Salesianos presentaron la semana pasada sus propuestas sociales de cara a las elecciones municipales que tendrán lugar el próximo mes de mayo, en un encuentro con los partidos políticos con representación en el Ayuntamiento de Lleida.
Las entidades pusieron de manifiesto la necesidad de colaboración y confianza mutua entre todos los agentes implicados para avanzar hacia un verdadero proyecto social de ciudad.
El documento desgrana los aspectos que actualmente preocupan a Arrels Sant Ignasi, Cáritas Diocesana de Lleida y Salesianos Lleida, y destaca la importancia de trabajar por una ‘Lleida, ciudad de acogida’, donde todas las personas, indistintamente de su origen, tengan igualdad de oportunidades. En esta línea, expone la necesidad de eliminar las citas previas y mejorar la eficiencia en situaciones de máxima vulnerabilidad, ya que el acceso a la administración pública ha cambiado después de la pandemia y la brecha digital se ha convertido en un nuevo escollo para las personas en situación de vulnerabilidad.
Las tres entidades también aportan propuestas para una mejor coordinación con la administración municipal, creando órganos de coproducción de políticas públicas estables que tengan en cuenta la experiencia del tercer sector. Las demandas d’Arrels Sant Ignasi, Cáritas Diocesana de Lleida y Salesianos Lleida también pasan por una mejora del sistema de financiación pública de las entidades sociales y una apuesta seria por el trabajo en red, a fin de favorecer el vínculo entre las entidades del territorio encargadas de ejecutar parte de la acción social.
Los grandes ámbitos en los que estas entidades ponen un mayor énfasis a la hora de intervenir son la inclusión y la lucha contra las desigualdades y la pobreza infantil y juvenil, y el derecho a la vivienda, la energía y el trabajo digno, con medidas como la gestión pública del agua, o la creación de un parque suficiente de vivienda social y la ampliación de la disponibilidad de viviendas de emergencia.