Por Salesianos Comunicación
Los alumnos de la Educación Secundaria de Salesianos La Orotava prepararon el baile de la canción Jerusalema desde las asignaturas de Religión y Educación Física con el objetivo de retar a otras casas salesianas del mundo a través de las redes sociales a que preparen su propia versión. Badajoz y Rota han sido los primeros centros que han recogido el guante y se han apuntado al desafío.
«En la Casa de Rota hemos unido nuestras fuerzas a la iniciativa como símbolo de esperanza frente a la pandemia. Así mismo, no hemos querido desaprovechar la ocasión para felicitar estas Navidades tan especiales, precisamente por estar condicionadas por dicha pandemia, pero demostrando que no solo no se nos van a borrar nuestras sonrisas, sino que pretendemos que eleven por encima de las mascarillas», comparten desde la casa salesiana.
En Badajoz han movilizado a sus más de 1000 alumnos para no quedarse atrás- «Durante este tiempo cercano a la Navidad, por los patios, pasillos, pórticos, pistas deportivas… en el colegio, se ha escuchado repetitivamente la canción «Jerusalema». Eran los ensayos que cada clase estaba realizando al ritmo de esta canción. Desde Infantil hasta Bachillerato junto con sus profesores han participado en este vídeo que ahora ofrecemos a vuestras familias. Es la mejor felicitación que os envían desde el colegio», añadían desde la casa extremeña con el deseo de disfrutar de esta canción universal creada para dar esperanza en estos tiempos de pandemia.
En Málaga sin duda estas navidades serán distintas. Los alumnos de 6º de Educación Primaria se han sumado al reto para transmitir su mensaje: a pesar de las dificultades, aunque no podamos estar todo lo cerca que queremos de nuestro seres queridos, es muy importante que vivamos estas fiestas con alegría y esperanza. «Esta canción se ha convertido en un himno a la esperanza a nivel mundial para unir fuerzas en la lucha contra el coronavirus. Jerusalema es mi casa, sálvame y camina conmigo», comparten desde el centro salesiano en redes sociales. «Que nuestra casa sea un portal acogedor» .
La canción nació a finales de 2019, pero no fue hasta marzo de 2020 cuando comenzó a coger popularidad con la llegada del coronavirus y el confinamiento, y terminó convirtiéndose en un himno de esperanza ante todo lo que el planeta estaba viviendo. Nadie diría que detrás de este éxito tan pegadizo se esconde un mensaje espiritual en el que se rescata la idea de una Jerusalén celestial y de una antigua creencia religiosa. Se trata de un tema gospel escrito en idioma zulú por el DJ Master KG e interpretado por la cantante sudafricana Nomcebo Zikode.
Durante la cuarentena mundial a causa de la Covid19 miles de personas se han sumado al reto de bailar esta pegadiza canción. La mecha se prendió con los bailes de los Masaka Kids Africana de Uganda donde desde su refugio de atención primaria para huérfanos utilizan la alegre canción como terapia con movimientos perfectamente coordinados y sin dejar de sonreír.
A raíz de ahí, TikTok e Instagram viralizaron aún más esta canción que superó más de 260 millones de reproducciones en YouTube. Finalmente, el desafío llegó a los hospitales de Occidente, donde trabajadores sanitarios de hospitales de Italia, Estados Unidos o Australia, la utilizaron como terapia a sus pacientes para mantenerles con ánimo y alegres en esta lucha.
El propio presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, mandó un mensaje a través de sus redes sociales para enaltecer la popular melodía. A estas alturas, el tema se ha visto emulado en contagiosas coreografías llevadas a cabo en diversos hogares, escuelas e iglesias.
Salesianos Úbeda, en el día internacional del niño
Por otra parte, Salesianos Úbeda compartió esta iniciativa con motivo del día internacional del niño para recordar la importancia de trabajar para conseguir el bienestar de todos los niños y las niñas del mundo.