Soy Julito, tengo 33 años, soy de Terrassa y soy prenovicio Salesiano. Siempre he estado vinculado al mundo salesiano, y aunque alguna vez he intentado alejarme, he sido incapaz. Y es que siempre me he sentido en casa, aceptado y querido como soy, y eso ha marcado mi deseo de ayudar a que otros también lo experimenten.
Desde mi adolescencia, algunas personas me han dicho «deberías ser salesiano», incluso yo mismo alguna vez lo había pensado. Siempre encontraba “buenas excusas” (algún amor, desavenencias con alguna persona…) para responder no. Pero hace un año, cuando todas las actividades se paralizaron, salió de mí otra vez la pregunta «salesiano, ¿por qué no?». Esta vez no encontré otra “buena excusa”. Volví a hacer un discernimiento y un acompañamiento, y la respuesta en medio de temores e incertidumbres fue «¡pues vamos allá!».
Y llevo más de seis meses viviendo y compartiendo con la comunidad de Badalona. Seis meses sintiendo una gran paz interior, aun con las complicaciones del día a día (no hay rosas sin espinas); sintiendo que mi vida ahora es una vida con sentido; sintiendo que Dios me acompaña para continuar el sueño de Don Bosco. Y todo esto me está haciendo ser realmente feliz.