Mi nombre es Ángel. Tengo 31 años. Durante este curso estoy viviendo en la Comunidad Propuesta Bartolomé Blanco. Mi experiencia en esta comunidad está siendo humanamente un periodo de mucho crecimiento, y desde el punto de vista espiritual también.
En esta comunidad he tenido la oportunidad de encontrarme con personas de una calidad excepcional, las cuales me están ayudando a darme cuenta de la importancia de vivir la fe y la experiencia del discernimiento dentro de una comunidad de fe, en la que la tónica general es el apoyo, la comprensión mutua y el sabernos perdonar entre nosotros nuestras pequeñas faltas y errores, que como seres humanos, cometemos unos con otros.
Todo lo anterior, unido a mis estudios de teología, y a la pastoral que realizo en la localidad de Morón, así como en el Colegio Mayor de los salesianos en Sevilla, me está ayudando y permitiendo hacer un buen discernimiento acerca de la llamada de Dios, para poder conseguir saber de una manera más clara cuál es su voluntad para mí.
En la casa de Bartolomé Blanco, tengo además la suerte, de convivir con personas de una cultura y religión diferente, lo que me permite crecer espiritualmente, humanamente e intelectualmente, ya que todas ellas me aportan la riqueza que todos ellos llevan dentro, por lo que estoy muy agradecido por este inmenso regalo que la vida me ha ofrecido.
Solo puedo dar las gracias a todas las personas que hacen posible este proyecto maravilloso.