Por: Joan Alsina Ballesté. Filólogo y profesor de Lengua y Literatura de Salesianos Sant Vicenç dels Horts
Joan Alsina de Sant Vicenç dels Horts analiza para SMX la novela Maneras de Vivir, de Luis Leante, último premio Edebé de Literatura Juvenil. De una manera amena y detallada desgrana los principales ingredientes literarios de esta novela, que la convierten en una muy recomendada lectura tanto por su contenido como por su construcción.
Luis Leante acaba de publicar “Maneras de vivir”, Premio Edebé de Literatura Juvenil 2020. Un libro que va ovillando la trama poco a poco, ahora con un hilo, ahora con otro, hasta formar una madeja en que se envuelve el afecto, el dolor, la intriga, la superación, el amor, el rock’ roll y la amistad. En conjunto, se trata de una invitación a hacer pasos, nunca solitarios, que nos alejen de los pozos donde nos aboca la vida.
El autor se atreve a explicarnos una historia a partir de las entrevistas que un escritor ficticio hace en primera persona a diferentes personajes del entorno familiar de Jimi, el ex cantante de la banda de rock Samarkanda. Esta banda representa una de las referencias musicales del panorama musical español de los ochenta. A los lectores más carcas y rockeros no les costará identificar la clara referencia al grupo Leño y a su hit “Maneras de vivir”, como también un homenaje a Jimi Hendrix. Pero, referencias aparte, Leante consigue, con un ritmo ágil y conversacional, darnos a conocer al protagonista, a través de lo que van explicando los otros personajes.
En este sentido, se trata de memorias y, por lo tanto, la trama se organiza en forma de flashbacks de unos hechos vistos desde varios prismas. Es muy destacable cómo Leante hace hablar a cada personaje y consigue definir sus personalidades, perfectamente diferenciadas y muy trazadas. De hecho, los diálogos son lo que más aplaudo de la novela. Es en aquello que dicen –y en lo que no dicen– los personajes, con lo que el lector entra en la historia hasta casi sentir los olores de Alicante.
Hay un personaje que me ha encantado y que si tuviera ocasión de hablar con el autor le preguntaría de dónde lo ha sacado. Es Don Cosme. Es muy secundario pero, al final, resulta ser una pieza fundamental. No os digo nada más. ¡A leer!
