Por: Salesianos Comunicación
Los jóvenes de la Inspectoría Salesiana María Auxiliadora están ya inmersos en el verano. Tiempo de compartir, socializar, divertirse y aprender. Desde la Delegación de Pastoral Juvenil, junto a las iniciativas coordinadas a nivel local, se presenta una amplia oferta de actividades para dar respuesta a las diferentes necesidades de la infancia y la juventud.
Dentro de este amplio abanico destaca la oferta formativa capitaneada por las diferentes Federaciones de Centros Juveniles y Escuelas de Tiempo Libre Salesianas. Y a ellos les hemos querido preguntar.
Escuela Don Bosco Valencia
Miguel Martínez, secretario técnico.
¿Qué significa para la Escuela Don Bosco de Valencia y sus jóvenes poder retomar con «cierta normalidad» la formación de tiempo libre, especialmente durante los cursos de verano?
La escuela Don Bosco de Valencia es una herramienta inspectorial para la formación de nuestros agentes pastorales en los ambientes, por lo tanto, el retomar «cierta normalidad» con un verano lleno de cursos es una bocanada de aire fresco y de vida.
Las pequeñas experiencias que hemos podido tener durante el año, nos han puesto en evidencia que los jóvenes de nuestras casas necesitan seguir formándose y encontrándose en experiencias que marcan vidas como son los cursos que la inspectoría ofrece a través de sus escuelas de animación. Tenemos la previsión de que por la casa de Godelleta pasen casi 300 personas, y eso es un hito que después de este interminable año y medio devuelve ilusiones, energías y ganas de seguir trabajando para que todos los jóvenes tengan un lugar.
Silvia Navarro, antigua alumna del colegio de Burriana y actual animadora del Centro Juvenil Salesiano Porta Oberta. Estudiante de Periodismo.
¿Qué te ha aportado la formación de monitora y por qué has decidido inscribirte a la de directora?
En primer lugar, me ha aportado diferentes capacidades y aptitudes que antes no tenía, como la iniciativa o la capacidad de ser resolutiva, y el desarrollo de muchas otras, como el trabajo en equipo. También me ha ayudado a fortalecer aspectos de mi vida como puede ser la confianza en mí misma. Mi labor como monitora también me ha dado la oportunidad de descubrir cosas sobre mí que no sabía.
La formación para ser monitora creo que es muy importante, ya que te ofrece las claves para poder ejercer como tal sin sobrepasar límites y siendo consciente de lo que haces. Cuando recibes una buena formación, la seguridad y la confianza en tus capacidades aumenta y esto conlleva a que cada monitor dé más de sí. Decidí inscribirme a la de directora para poder ir un paso más allá, mi Centro Juvenil ha confiado en mí para recibir esta formación y esto me ha dado la confianza para aceptarlo. De esta forma, creo que podré aportar más en mi rol y me veré más preparada para ocupar otro tipo de responsabilidades.
Federación de Centros Juveniles Don Bosco de Cataluña
Julio Pedraza, representante de los salesianos en la Federación.
¿Qué importancia tiene la formación en la fe en el verano salesiano?
Toda formación siempre es buena y necesaria, y más en el campo de la fe cristiana, porque permite abordarde manera correcta todas las dudas que tienen los jóvenes con los que compartimos camino.
Nos encontramos en el campo de la educación en la Fe, aunque en muchos casos es educación A la Fe. En una sociedad cada vez más secularizada somos los encargados de hacer el primer anuncio. Por tanto, nos encontramos ante jóvenes que, muchos de ellos, llegan a nuestras casas sin una experiencia cristiana en el seno familiar, pero con necesidad de la búsqueda del sentido en sus vidas, con necesidad de experiencias de Fe que les ayuden a descubrirse, a descubrir al otro y a Dios.
Y para poder llevar a cabo toda esta tarea, que no es nada fácil, necesitamos de personas formadas que ayuden y acompañen estos procesos para que lleguen a ser realmente fundantes y les ayuden a llegar a Jesucristo y al infinito amor del Padre. Y el curso de animadores y animadoras del Itinerario de Educación en la Fe que ofrecemos es una de estas piedras que nos pueden ayudar a ir creciendo en nuestra misión evangelizadora.
Escuela Tiempo Libre Pirineos – Aragón
María Rabinal, responsable de comunicación.
¿Qué significa para la Escuela Tiempo Libre Pirineos transmitir el carisma de Don Bosco en los diferentes cursos que se realizan?
Es unir una formación de calidad con identidad salesiana: acogida y cercanía en el trato con nuestro alumnado, transmitir alegría y optimismo, estar presentes a lo largo de su formación y que, como decía Don Bosco, ellos también se sientan amados y acompañados.
En la escuela queremos que cada persona que participe en un curso se lleve algo más que formación académica, se lleve esa forma de ser típicamente salesiana. Esta identidad está siempre presente en las formaciones, que tienen una metodología en la que intentamos acercarnos al alumnado, darle voz y protagonismo.
Javier Mata, ex alumno salesiano y participante en el curso de acompañamiento.
¿Por qué crees que en Salesianos se da tanta importancia al acompañamiento de las personas?
La clave podría ser que el acompañamiento busca indirectamente una relación de confianza y cercanía entre acompañante y acompañado. Gracias a esta relación, el acompañado puede descubrirse a sí mismo y poder llegar a desarrollarse como una persona completa en todas sus dimensiones, que al fin y al cabo es conseguir ser honrados ciudadanos y buenos cristianos.
Escuela Don Bosco Andalucía
Rocío del Valle, coordinadora de formación.
¿Por tu experiencia, qué crees que les aporta la formación en tiempo libre a los jóvenes?
El estilo salesiano basado en la pedagogía de Don Bosco. Creamos un ambiente educativo que acoge al alumno tal y como es, que le ayuda a crecer personalmente en valores y aptitudes ante la vida y el futuro, y profesionalmente en el ámbito del tiempo libre educativo le transmitimos y entregamos los instrumentos, conocimientos y habilidades que necesitan para sus actividades desde la perspectiva del voluntariado y del mundo laboral.
En el corto periodo de tiempo de su paso por la escuela el equipo docente se presenta ante el joven como una familia educadora donde encuentran un lugar de acogida y le hacen sentirse protagonistas de su propia historia. Cada joven que asiste a nuestra escuela recibe la impronta de una casa salesiana, un lugar de formación, de encuentro, de compartir, de convivencia, que hace a cada persona especial a los ojos de los demás.
Nathaly Quiñonez, ex alumna del curso de monitora de tiempo libre tras finalizar sus prácticas.
¿Cómo ha influido en tu vida el paso por la Escuela?
Estas prácticas han sido un punto de inflexión, porque me han ayudado a decidir que quiero trabajar en un equipo de servicios sociales o algo similar. Es un ámbito muy enriquecedor en el que se trabaja mucho en equipo y dónde creo tener cualidades para encajar, entre mi formación como psicóloga y ahora como monitora. Como nos decían nuestros profes en el curso: no es algo que me quite y me ponga según el contexto, es mi forma de ver la vida y de crecer como persona.
María Isabel Sánchez, ex alumna del curso de monitora de tiempo libre y en la actualidad realizando las prácticas.
¿Cómo has vivido tu experiencia formativa y educativa?
Sólo por la implicación y el corazón que ponen los profesores, la escuela Don Bosco es mucho más que una formación. Al final sientes que estás entre amigos y personas que te aprecian. Nos conocemos, perdemos la vergüenza y el sentido del ridículo, aumentamos la confianza entre nosotros, nos animamos y apoyamos… Tras terminar, puedo decir que he conocido personas maravillosas a las que aprecio mucho y con las que me gustaría mantener el contacto más allá de las paredes de la escuela o, en nuestro caso, más allá de las pantallas de un ordenador.
Escuela Don Bosco Andalucía
Rocío del Valle, coordinadora de formación.
¿Por tu experiencia, qué crees que les aporta la formación en tiempo libre a los jóvenes?
El estilo salesiano basado en la pedagogía de Don Bosco. Creamos un ambiente educativo que acoge al alumno tal y como es, que le ayuda a crecer personalmente en valores y aptitudes ante la vida y el futuro, y profesionalmente en el ámbito del tiempo libre educativo le transmitimos y entregamos los instrumentos, conocimientos y habilidades que necesitan para sus actividades desde la perspectiva del voluntariado y del mundo laboral.
En el corto periodo de tiempo de su paso por la escuela el equipo docente se presenta ante el joven como una familia educadora donde encuentran un lugar de acogida y le hacen sentirse protagonistas de su propia historia. Cada joven que asiste a nuestra escuela recibe la impronta de una casa salesiana, un lugar de formación, de encuentro, de compartir, de convivencia, que hace a cada persona especial a los ojos de los demás.
Nathaly Quiñonez, ex alumna del curso de monitora de tiempo libre tras finalizar sus prácticas.
¿Cómo ha influido en tu vida el paso por la Escuela?
Estas prácticas han sido un punto de inflexión, porque me han ayudado a decidir que quiero trabajar en un equipo de servicios sociales o algo similar. Es un ámbito muy enriquecedor en el que se trabaja mucho en equipo y dónde creo tener cualidades para encajar, entre mi formación como psicóloga y ahora como monitora. Como nos decían nuestros profes en el curso: no es algo que me quite y me ponga según el contexto, es mi forma de ver la vida y de crecer como persona.
María Isabel Sánchez, ex alumna del curso de monitora de tiempo libre y en la actualidad realizando las prácticas.
¿Cómo has vivido tu experiencia formativa y educativa?
Sólo por la implicación y el corazón que ponen los profesores, la escuela Don Bosco es mucho más que una formación. Al final sientes que estás entre amigos y personas que te aprecian. Nos conocemos, perdemos la vergüenza y el sentido del ridículo, aumentamos la confianza entre nosotros, nos animamos y apoyamos… Tras terminar, puedo decir que he conocido personas maravillosas a las que aprecio mucho y con las que me gustaría mantener el contacto más allá de las paredes de la escuela o, en nuestro caso, más allá de las pantallas de un ordenador.
Por otra parte, las experiencias de voluntariado internacional se han visto afectadas y serán respondidas en el contexto más cercano. Desde la ONGD Bosco Global se realizará un proceso de acompañamiento con alternativas de voluntariado de verano en la plataforma social de los salesianos en Girona.
Además, como en otros años, la comisión de animación vocacional propondrá la experiencia de vida comunitaria unida a la de voluntariado que completa este catálogo estival.