Los orígenes del Colegio Salesianos Laviaga-Castillo se remontan al año 1929 cuando el matrimonio formado por don Juan Hernández Laviaga y doña Teresa Castillo Cerdán deciden, después de estudiar varias propuestas, construir un centro de Artes y Oficios para Aspirantes Coadjutores y para la educación de los muchachos de La Almunia.
En octubre de 1956, nace la obra como aspirantado de coadjutores salesianos, perfeccionamiento para postnovicios coadjutores y algunas clases para alumnos del pueblo. Un año después las clases se extienden a muchachos externos y nocturnos de perfeccionamiento.
El prestigio de sus enseñanzas hizo que aún cuando cesó como casa de formación para salesianos, se llenaran sus aulas con alumnos de diversas comarcas de alrededor.
El colegio se convierte en Centro de Formación Profesional de primer y segundo grado. Durante este período los Salesianos fundan la Escuela de Ingeniería, lugar al que accedían los coadjutores tras finalizar sus estudios.
Actualmente trabajan en el centro educativo unos 50 profesores en los niveles educativos: ESO, Bachillerato, FPB, Ciclos de Grado Medio y Superior.
En un principio, el colegio obtiene el certificado ISO 90001:2000 otorgado por BVQI, pero en este último curso ha sido reconocido por su excelencia educativa por el Instituto Docente para la Excelencia e Innovación (IDEI), por el nivel de desarrollo en la implantación del Modelo de excelencia y calidad EFQM 300+.
Fiel a su ideario, acepta los nuevos retos de la sociedad, se adapta a las nuevas leyes y se proyecta al futuro atento a las necesidades educativas de los jóvenes, ofreciendo respuestas eficaces a las necesidades de sus alumnos y reafirmando su dedicación hacia la excelencia en el campo de la educación.
La oferta educativa del Colegio se complementa con otros ambientes de la Obra: Parroquia (evangelización de alumnos y familias) y ADMA (devotos de María Auxiliadora).