Soy David Plazuelo García-Cano natural de Pozoblanco (Córdoba). Tengo 31 años y soy el presidente del Centro Juvenil Magone.
Para mí, hablar de los salesianos consagrados es hablar de carisma, de alegría, de cercanía y de pueblo. Inevitablemente cuando me piden hablar de los salesianos miro lo más cercano, la realidad en la que vivo y siento a diario; miro a los que estuvieron y ya no están (Don Eusebio Andújar, Don Fernando Santiago,…) y a los que están ahora. Siempre he visto a los salesianos como gente muy entregada a los jóvenes, con mucho cariño, sin distinción, como lo hacía D. Bosco. Creo que ser salesiano es un privilegio.
Hay una frase que recoge muy bien el calado que tienen entre los ciudadanos de Pozoblanco los y del Valle de Los Pedroches, nuestra presencia salesiana. La pronunció en una de sus visitas en el año 1988, D. Egidio Viganó (Rector Mayor): “Pozoblanco es la mayor casa salesiana del mundo, comienza en la primera casa del pueblo y acaba en la última”.