Fuente Salesianos La Línea
El 12 de septiembre de 1958 llegó al municipio gaditano el salesiano Gabriel Ramos. Entró por el barrio de La Atunara hasta llegar a lo que entonces eran los arenales de Huerta Fava, donde ya se levantaba un colegio y una capilla que habían sido construidas por el Ministerio de Educación, pero que se encontraban en desuso.
Don Gabriel Ramos lo tuvo claro y, acompañado de otro grupo de salesianos, decidió instalarse en La Línea de la Concepción y traer la obra de la congregación de Don Bosco al municipio. Para ello fue muy valioso y destacable el papel del entonces gobernador militar, Don Antonio Barroso, que estaba muy vinculado a los salesianos y que medió para que dichas instalaciones fueran cedidas para que los Salesianos pudieran ofrecer su peculiar sistema educativo que siempre ha dejado una importante huella.
Ese mismo año comenzaron las clases de Primaria y Bachillerato y el colegio llegó a tener 400 alumnos, número que ha doblado hoy en día. Las ampliaciones llegaron en 1979 para poder albergar la EGB.
La advocación de María Auxiliadora va siempre vinculada a la comunidad salesiana y, aunque el padre Justo ya sacaba en procesión la imagen de la Virgen, cuando Gabriel Ramos llegó a La Línea el culto se incrementó en gran medida desde ese año.
Desde sus inicios la comunidad salesiana estuvo muy implicada en la vida de la ciudad y se convirtió en una de las primeras iglesias de La Línea de la Concepción. Además el colegio poseía un teatro de grandes dimensiones donde se celebraron los primeros carnavales y se leyeron los primeros pregones.
Los actuales grupos de fe se llamaban entonces compañías y poco después arrancó el centro juvenil. En su origen había pocos lugares donde los jóvenes y los niños podían divertirse y el centro salesiano proporcionó una zona de juegos, sesiones de cine y actividades de todo tipo.