Por Salesianos Comunicación
Después de la Lumen Fidei (2013) y la Laudato Si’ (2015), el pasado 3 de octubre el Papa Francisco entregó al mundo su tercera encíclica, “‘Fratelli tutti’, la segunda con un corte “social” y claramente inspirada por san Francisco de Asís, de quien el Papa ha tomado el nombre por la forma de dirigirse a todos y proponerles una forma de vida con sabor a Evangelio. Se trata de una encíclica de amplia mirada, que está dirigida no solamente a los católicos.
Esta nueva encíclica no es un elemento singular en el magisterio del pontífice argentino, sino más bien el fruto maduro de un largo recorrido. “Los temas relacionados con la fraternidad y la amistad social estuvieron siempre entre mis preocupaciones… He querido recoger en esta encíclica muchas de esas intervenciones colocándolas en un contexto más amplio de reflexión” indica el Papa en el exordio donde prepara al lector. Francisco encuentra inspiración en ‘il poverello d’Assisi’, en esta ocasión para hacer un llamamiento a la fraternidad y la amistad social.
La encíclica consta de 287 puntos, repartidos entre la introducción y ocho capítulos, donde vuelve a incidir en problemas de constante actualidad, como las desigualdades sociales, la inmigración forzada, la cultura del descarte o el cuidado del planeta, aunque también aborda otros más recientes, como la crisis provocada por la pandemia del coronavirus. Frente a estas situaciones, el Santo Padre receta amor fraterno: “Una fraternidad abierta, que permite reconocer, valorar y amar a cada persona más allá de la cercanía física, más allá del lugar del universo donde haya nacido o donde habite”.
¿Cómo afecta esta nueva encíclica al sentir como Salesianos?
¿Cómo se puede reflejar en la vida de la Inspectoría Salesiana María Auxiliadora?
CAPÍTULO 1: Las sombras de un mundo cerrado
En su primer capítulo señala que ‘La sociedad globalizada nos hace más cercanos, pero no más hermanos’ y que ‘el camino es la cercanía y la cultura del encuentro’. “Vemos tantas realidades de exclusión a nuestro alrededor (pobreza, precariedad laboral, paro juvenil, menores no acompañados) y en el resto del mundo (desigualdades, guerras, dificultad de acceso a la educación), pero en esta realidad se abren caminos de esperanza cada vez que buscamos dar respuesta a través de nuestra acción educativa y social” explica Jordi Lleixà, delegado inspectorial de Pastoral Juvenil.
En el marco de la familia salesiana tenemos el reto de acoger la diferencia cultural, política e incluso religiosa. Para Begoña Simal, de la ONGD Bosco Global, “nuestra estructura es tan rica y hasta “autosuficiente” que podemos caer en el riesgo de vivir hacia dentro y perdernos la riqueza que suponen otras maneras de hacer y de pensar, y en esa llamada al bien común que nos hace Francisco es imprescindible acoger la diferencia y aprender de la historia como medios para evitar el descarte de personas”, comparte de su visión social.
CAPÍTULO 2: Un extraño en el camino
En el capítulo 2 se destaca que ‘Jesús invita a preguntarnos quiénes son los que están cerca de nosotros, y a volvernos nosotros cercanos’. Todo aquel que ha tenido un encuentro con Jesús, sin duda que no queda indiferente, ya que ese encuentro no es solo captado por nuestros sentidos, sino que toca todo nuestro ser, toca hasta la fibra más honda de nuestra persona. “Esto me invita a salir del egocentrismo, de saberme que soy parte de una realidad más compleja, la cual no me deja indiferente con aquel que es distinto a mí, sino que es una llamada a involucrarme, a zambullirme para que también pueda encontrar al mismo Dios en quien creo y busco; y que siempre va más allá de mis esquemas o ideas limitadas” explica Isrrael Hernández, joven salesiano estudiante de Teología en Madrid.
También cita la Encíclica que el amor rompe cadenas y tiende puentes sin importar si el hermano es de aquí o de allá. Por ejemplo, en la pastoral de Salesianos Elche la cercanía es una de sus señas de identidad (y una característica presente en toda casa salesiana). “El claustro está muy identificado con este valor y esto se puede ver claramente en la relación y el trato que tenemos con los chicos, particularmente con los de Ciclos Formativos y los jóvenes que peor lo están pasando en estos momentos tan duros. Además, han desarrollado el proyecto “Escucha” que consiste en que los Salesianos y algunos profesores buscamos tiempo para sacar a los chicos de clase e ir charlando con ellos sobre aquellas cosas que realmente les preocupan. Siempre desde la voluntariedad, la libertad y la confianza”, cuenta el salesiano Manuel Hurtado sobre la experiencia en la casa ilicitana.
Un texto fundamental para entender la nueva encíclica y su alcance es el “Documento sobre la Hermandad Humana para la Paz Mundial y la Convivencia Común” que el Santo Padre firmó en Abu Dhabi con el Gran Imán Ahmad Al-Tayyeb en 2019, en lo que él mismo definió “no como un mero acto diplomático, sino más bien una reflexión realizada en el diálogo y de un empeño común”.
CAPÍTULO 3: Pensar y gestar un mundo abierto
En el tercer episodio se destaca que Jesús decía ‘todos vosotros sois hermanos’. Con el lema “Somos Uno”, las presencias salesianas dan forma y ofrecen diferentes rostros a esta encíclica ‘Fratelli Tutti’. “En concreto, las Escuelas Salesianas se definen como ‘Casas que acogen’… a todos, sin ningún tipo de discriminación o prejuicio; donde se vive un ambiente de respeto mutuo. Como educadores, tenemos la obligación de escuchar a nuestros niños y jóvenes para construir juntos ese ‘mundo abierto’, en pos de la paz y la vida digna” explica Andrés Corbachodel equipo coordinador de Escuelas de la Inspectoría.
También se habla de promover el bien significa difundir los valores que llevan al desarrollo humano integral. Toda persona es valiosa y tiene el derecho a vivir con dignidad. No hay mundo abierto, sin corazón abierto. “Desde FISAT, y concretamente desde el Programa Somos Parte de Inserción Laboral, vivimos cada día esta afirmación de forma muy intensa cuando vemos el cambio que viven las personas que acompañamos al ser tratadas como personas capaces y llenas de habilidades. Verles como nuestros hermanos y hermanas hace que el camino hacia la plena inserción sea una toda una realidad” afirma Andrés Martínez Mira bajo la experiencia de las plataformas sociales.
Pero la mirada del Papa no se detiene solamente en tonos oscuros. Como explica hay una camino para salir y pasa por la vía de la compasión y de la misericordia, pasa a través del ejemplo del Buen Samaritano, que “seguramente tenía programas para ese día… pero que fue capaz de poner todo aparte y delante de ese herido, mismo sin conocerlo lo ha considerado digno de recibir el don de su tiempo”.
CAPÍTULO 4: Un corazón abierto al mundo entero
En su capítulo cuarto habla de la gratuidad. ‘La verdadera calidad de los distintos países del mundo se mide por la capacidad de pensar también como familia humana. Dios siempre da gratis’. Toda cultura sana es abierta y acogedora por naturaleza. Cristina Martínez de FISAT afirma “Las entidades salesianas comparten la capacidad de hacer sentir a todas las personas que las conformamos (destinatarias, trabajadoras, voluntarias, etc.) parte de una familia que nos acoge desinteresadamente y nos quiere tal y como somos, independientemente de la “mochila” que llevemos detrás. Esta gratuidad es sanadora, dignifica y además, se contagia y multiplica a través de todas las personas que la vivimos”.
CAPÍTULO 5: La mejor política
En su quinto capítulo señala que ‘La caridad según la enseñanza de Jesús, es la síntesis de toda la Ley’. Si logras ayudar a una sola persona a vivir mejor, eso ya justifica la entrega de tu vida. “El Papa Francisco nos recuerda que la caridad no debe detenerse en lo individual. Que no podemos renunciar a la dimensión política de la caridad, que aspira, no solo a satisfacer las necesidades de una persona, sino que busca el cambio de estructuras que impiden a tantas personas ser felices” añade Miguel Gambín director de Salesianos Elche.
Según Alberto Payá, salesiano de Valencia, el punto más salesiano de Fratelli Tutti es el número 187: “En nuestras presencias, la Comunidad Educativo Pastoral está animada por la “caridad política”, por el “amor social”, un amor efectivo que busca el desarrollo de todos. Esta caridad, corazón del espíritu de la mejor política, es siempre ese amor preferencial por los últimos que está detrás de toda acción educativa salesiana que pretende que todos puedan ser artífices de su propio destino”, explica.
En un mundo marcado por múltiples problemas y contradicciones – sueños quebrados y proyectos abandonados, cultura del descarte, falta de respeto de los derechos humanos, comunicación ilusoria…- se ha añadido de manera repentina la irrupción de la pandemia, volviendo evidente “la incapacidad de actuar juntos”.
CAPÍTULO 6: Diálogo y amistad social
Desde su sexto capítulo se habla sobre la cultura del encuentro con la premisa: ‘De todos se puede aprender algo, nadie es inservible, nadie es prescindible. Sobre el tema remarca que ‘el auténtico diálogo social supone la capacidad de respetar el punto de vista del otro’. “Por definición carismática nuestras casas son lugares de acogida y encuentro. Los diferentes órganos y equipos en los que trabajamos nos ayudan a encontrarnos y fomentar el diálogo. La campaña “¡Somos uno!” de estos dos últimos cursos nos recuerda que cada uno, desde su identidad, tiene algo que aportar” explica Fran Cánovas, salesiano en Zaragoza y coordinador inspectorial de Centros Juveniles. La importancia del encuentro y el diálogo se manifiesta en los espacios para la formación en el acompañamiento personal que organiza la Inspectoría y en “el milagro de una persona amable, que deja a un lado sus ansiedades y urgencias para prestar atención, para regalar una sonrisa, para decir una palabra que estimule, para posibilitar un espacio de escucha en medio de tanta indiferencia” (FT, 224).
Bajo esta sensibilidad, José Casado, de la Federación Andaluza de Centro Juveniles “El Patio”, comparte que, como el protagonista de la parábola, “un samaritano, no se fijó en las diferencias entre él y la víctima, un judío. Así también hoy el Pontífice nos invita a todos a ampliar los propios horizontes dando a la capacidad que tenemos de amar, una dimensión universal”.
CAPÍTULO 7: Caminos de reencuentro
En el capítulo séptimo se habla sobre la necesidad del camino hacia la paz y los procesos de reencuentro. El Papa nos invita a construir la identidad con posibilidad de alteridad: superar lo que nos divide sin perder nuestra individualidad. Nuestra sociedad gana, dice él, cuando todo el mundo se siente verdaderamente en casa. “Esto es lo que vivimos día a día en nuestras entidades: espíritu de familia, alegría, etc. De hecho, solemos hablar de casas salesianas” añade Norbert Mamba, salesiano en el Teologado de Madrid, sobre un encuentro que no entiende de barreras ni fronteras.
CAPÍTULO 8: Las religiones al servicio de la fraternidad en el mundo
En este sentido, en su octavo capítulo, se comparte que la iglesia es una casa con las puertas abiertas, porque es madre: tiene puentes, rompe muros, siembra reconciliación. Sólo con una conciencia de hijos podemos vivir en paz entre nosotros. “El objetivo del diálogo es establecer amistad,paz ,armonía, y compartir valores y experiencias morales y espirituales en un espíritu de verdad y amor” (271 FT)
Miguel Ángel Nuín explica que la comunidad salesiana Bartolomé Blanco puede ser un ejemplo de esta fraternidad pregonada por el Papa. La misma la forman cuatro salesianos, dos aspirantes y doce jóvenes extutelados: siete musulmanes, un agnóstico y tres cristianos africanos. Buscando un futuro mejor, cuando eran menores de edad, se aventuraron a venir a España en pateras o en los bajos de un camión. “Tenemos la conciencia de que son “ los hijos y los nietos” que Dios y D. Bosco nos ha enviado para que compartamos con ellos el pan y la vida y les ayudemos a realizar sus sueños y a insertarse en la sociedad contribuyendo a su desarrollo” añade.
Conclusión
La invitación del Papa, por lo tanto, es la de que cada uno haga su propia parte: “No debemos esperarnos todo de quienes nos gobiernan, sería infantil”; para edificar un mundo abierto y marcado por la hermandad es necesario “iniciar desde abajo y caso por caso, luchar por lo que es más concreto y local”, conscientes de que “ existe un reconocimiento básico para cumplir si se quiere caminar hacia la amistad social y la hermandad universal: darse cuenta de lo que vale un ser humano, de lo que vale una persona, siempre y en cualquier circunstancia”.
La encíclica papal Fratelli Tutti se pone como un itinerario hacia el diálogo entre los pueblos y la misericordia entre los individuos, para construir una cultura de hermandad universal entre los hombres. En la Inspectoría Salesiana María Auxiliadora se camina cada día para poner rostro a este llamamiento a la fraternidad y la amistad social.