Josep Lluís Burguera.
La comunidad propuesta “Bartolomé Blanco” es una opción del gobierno inspectorial que se inscribe dentro del “Proyecto Savio”, es decir, dentro de la propuesta de animación vocacional inspectorial.
Esta comunidad se erige canónicamente el 14 de septiembre de 2015 y es nombrado director de la misma José Miguel Núñez Moreno, quien hasta entonces había desempeñado funciones de “encargado”. Su sede física se enclava en un ala del edificio de Salesianos Sevilla Trinidad y ocupa el espacio que fue residencia de los estudiantes de Teología de la antigua inspectoría de Sevilla.
Nace así, con vocación de ser una comunidad de referencia para jóvenes que quieran iniciar un camino vocacional, para ser una experiencia de vida comunitaria, de espiritualidad juvenil salesiana y de acompañamiento personal. Se trata de una comunidad específica de orientación vocacional que tiene, entre sus objetivos fundamentales, servir de preparación al noviciado.
A la vez, sensibles a los orígenes de nuestra Congregación y atentos a las urgencias de nuestro mundo, esta comunidad abre su casa a la acogida de inmigrantes. En colaboración con entidades como la Fundación Proyecto Don Bosco, se incorpora a un proyecto de intervención con jóvenes ex tutelados que garantiza su acompañamiento y el apoyo a su proceso de incorporación a la vida autónoma.
Se trata, por tanto, de una comunidad peculiar en la que conviven en armonía salesianos, jóvenes en proceso de discernimiento vocacional y jóvenes ex tutelados en proceso de inserción social y laboral. “Es una experiencia intergeneracional, intercultural e interreligiosa que nos hace crecer a todos -explica su actual director, Manolo Hurtado- a los jóvenes en discernimiento, porque pueden comprobar de primera mano cuál es nuestra misión en lo concreto del día a día; a los salesianos, porque nos ayuda a renovar nuestra opción vocacional por los más pobres y necesitados, y a los chicos acogidos porque, en palabras suyas, “esta comunidad les cambia la vida”.