Hola, amigos.
Metidos de lleno ya en este tiempo Pascual resuenan todavía entre nosotros los ecos del Capítulo Inspectorial que hemos concluido hace apenas unos días. Sin tiempo para el descanso nos adentramos ya en este mes de mayo, mes que dedicamos a la Virgen, a nuestra madre, concretamente a María Auxiliadora. Es ella la que nos convoca para que podamos celebrar con alegría y júbilo su presencia en medio de nosotros. Ella que abre sus brazos para acoger a todos, los pequeños y a los grandes, a hombres y mujeres, a los cercanos y también a los más lejanos, a los consagrados y a los seglares, en torno a nuestra madre todos nos reunimos para agradecerle los dones que ella nos concede, para darle gracias por tantos beneficios como recibimos de su ternura y de su misericordia.
En este año de una manera particular recordamos el 150 aniversario de la fundación de la Asociación de María Auxiliadora por parte de Don Bosco en Turín. Es un motivo más y en este caso novedoso para dar gracias a Dios por este grupo de nuestra Familia Salesiana.
Te deseo a ti en compañía de todos los tuyos un feliz mes de mayo.