La comunión y la globalización de la Familia Salesiana se hizo patente en la 40ª edición de sus Jornadas de Espiritualidad que comenzaron el 13 de enero en Turín-Valdocco. En conexión vía web, con aproximadamente 10.000 personas conectadas durante los cuatro días de escucha, oración y diálogo que se desarrollaron en la Casa Madre. Este encuentro contó también con la presencia de 150 representantes de las 32 agrupaciones que conforman la mayor familia religiosa católica y que se hicieron presentes en Italia.
Fue Don Egidio Viganò, el VII Sucesor de Don Bosco, quien instituyó las «Jornadas», que se han convertido en una cita en la que se participa con entusiasmo. Según Alejandro Guevara, Animador Espiritual Mundial de la Asociación de María Auxiliadora, “las Jornadas son para todos y tenemos que crecer en este sentido de comunión familiar porque son una oportunidad para crecer, ampliar, revitalizar nuestra identidad carismática”.
Tras ver el vídeo que resume los temas del Aguinaldo, Ángel Fernández Artime insistió en la necesidad de meditar sobre esta verdad: “Dios atrae hacia sí a sus criaturas sin quitarles la libertad que les ha dado, porque el amor hace esto. El salesiano se propone suscitar entusiasmo por Dios, pero lo hace siempre con cuidado y pleno respeto por la persona que encuentra”. Con esta premisa podemos interpretar fácilmente el lema de San Francisco de Sales, que se ha convertido en el lema del Aguinaldo 2022: “Haced todo por amor, nada por fuerza”. El Rector Mayor, amable pero diligentemente, añadió una aclaración cuando dijo: «Esta libertad no significa que ‘hago lo que quiero’, sino que es el descubrimiento de una gozosa responsabilidad».
Ivo Coelho, Consejero General para la Formación, en la apertura del encuentro subrayó la conexión entre el “redescubrimiento” de Don Paolo Albera (cuyo centenario de su muerte fue en 2021) y el de San Francisco de Sales. Aquí encontramos la conexión directa con San Francisco de Sales, hombre de cultura y capaz de acercarse a todos. “Es la bondad lo que nos distingue –comentó el Rector Mayor en su reflexión sobre la figura del santo que Don Bosco propuso a sus muchachos como patrón de la aventura que iniciaron-. Sólo en la libertad podemos acercarnos a Dios”.
Un recorrido por los espacios que acogieron la semilla de la Familia Salesiana
Como señala Alejandro Guevara, estos días de encuentro son especialmente remarcables para las personas que los viven de forma presencial. “El segundo día pudieron recorrer los espacios que acogieron la semilla del gran árbol que hoy es la Familia Salesiana: los lugares de juego y los de estudio y formación profesional; y los espacios dedicados a la espiritualidad sencilla y profunda que, junto a Mamá Margarita, Don Bosco hacía encontrar bajo un techo o en el interior del templo: el primero dedicado a San Francisco de Sales”, explica.
Diego Aragón, presidente nacional de los Antiguos Alumnos comparte que tuvo la oportunidad de participar en las últimas jornadas presenciales. “Desde ese momento experimento la importancia que tiene participar en este evento”, añade. «De las Jornadas cada año esperamos ser capaces de intuir qué nos pide la Congregación a aquellos que, de una manera u otra, nos dedicamos a animar algún sector de la familia salesiana”.
Durante la jornada del 14 de enero la inmersión hasta las raíces se completó en el encuentro con la figura de san Francisco de Sales y en la celebración eucarística que le fue dedicada. Stefano Martoglio, Vicario del Rector Mayor, destacó en su homilía la escuela de dulzura que emana del conocimiento del santo obispo y de la confianza hacia él. “La verdadera enfermedad es el pecado -subrayó don Martoglio- y Jesús vino a aliviarnos. Por lo tanto, con el Santo que inspiró a Don Bosco, encontraremos que Dios está presente en cada momento de la vida, y que sólo Él sustenta nuestra humanidad”.
Los ponentes de la tarde del viernes supieron hacer con sencillez que se encontrara a este doctor de la Iglesia, generador de la experiencia de Don Bosco. Michele Molinar presentó una “mesa redonda, a cuatro voces para observar una personalidad tan amplia desde diferentes puntos de vista”.
Unas jornadas mixtas para seguir haciendo camino juntos
“El año pasado, 2021, por primera vez en la historia de la FS, todos los que quisieron y pudieron se hicieron presentes en la jornada. A nivel mundial hubo momentos cuyo nivel de participación rozaba el pico de los ocho mil e incluso más personas que estaban enganchadas al ordenador o similar”, afirma Jósean Hernández, encargado de la Familia Salesiana en la Inspectoría Santiago el Mayor y acompañante de la experiencia on line para los participantes de España.
El 15 de enero, Joan Lluís Playà, Delegado Central del Rector Mayor para el Secretariado de la Familia Salesiana, en su homilía sobre la polaridad amor-desamor, señalaba que “el amor es la fuerza transformadora más poderosa del interior”, recordó, “y a través de las personas esta fuerza también es capaz de intervenir en la realidad exterior: genera un cambio que dura para siempre. ¡Qué agradecidos debemos estar hacia todos aquellos que, como Francisco de Sales y Don Bosco, nos ayudaron a descubrir y vivir el Amor de los amores!”.
Una Familia Salesiana fortalecida y cada vez más rejuvenecida
Josean Hernández explica que la Familia Salesiana en España se encuentra en un buen momento tras haber realizado un interesante camino, especialmente en este siglo XXI. Es verdad que en algunos Grupos se nota mucho el envejecimiento en sus miembros, pero, al mismo tiempo se nota un rejuvenecimiento en las ganas de seguir haciendo camino y hacerlo juntos.
Según Luis Fernando Álvarez, delegado de Familia Salesiana para la Inspectoría María Auxiliadora (SMX), la Familia Salesiana de España está fuerte porque tiene muy clara su identidad y esto es una fortaleza. “Soñar y trabajar unidos es una garantía segura. Potenciar la responsabilidad de los seglares en la primera línea de la evangelización indica una fe comprobada. Caminar todos juntos en una Iglesia sinodal de todos nos hace a todos fuertes con la poderosa fuerza del Resucitado” añade.
La espiritualidad de la Familia Salesiana cuidada día a día
La última sesión de las Jornadas, el 16 de enero, fue el momento más ferviente en el que se mostró la síntesis del trabajo de los grupos regionales y se propusieron “intenciones” para el año que se abre que serán aterrizadas localmente en cada grupo y presencia salesiana.
José Luis Navarro, delegado inspectorial SMX de Animación Vocacional explica que para el cuidado de la espiritualidad de la Familia Salesiana en el día a día es importante tener en cuenta dos elementos: el cuidado personal y el cuidado de los hermanos. “La iglesia y la espiritualidad salesiana no se pueden vivir a solas, necesitamos de la comunidad que es lugar, signo y escuela de espiritualidad”, explica. “Por eso se potencia cualquier elemento de encuentro como retiros, momentos formativos, celebraciones. Pero es importante fomentar los Consejos Locales de cada una de las casas salesianas y los consejos de cada uno de los grupos, como elementos dinamizadores de comunión”.
Esta cita es un reencuentro familiar para Juan José Bartolomé, delegado inspectorial de Formación y Comunidad de Santiago el Mayor. “Sin menospreciar el tema que anualmente nos reúne y que este año toca el ‘corazón’ mismo de nuestro común carisma, solo el hecho de encontrarnos supone un acontecimiento: nos hermana el Dios que concedió a su Iglesia en la persona y obra de nuestro padre Don Bosco; crecemos en hermandad todos los grupos de la Familia Salesiana y así, juntos, fortalecemos nuestra entrega a los jóvenes y en ellos, y por ellos, a Dios”, comparte.
Tras las conclusiones de la Jornada de la Familia Salesiana, se puede extraer una invitación a fortalecer el carisma compartido por todos los grupos. “El carisma salesiano no es exclusivamente de los salesianos de Don Bosco, sino que es un don que ha dado Dios a la iglesia y que compartimos todos y cada uno de nosotros”, explica José Luis Navarro y añade, “por tanto a nivel práctico lo primero es generar una mentalidad de carisma y de misión compartidos, profundizando las raíces propias de nuestro carisma, en este caso coincidiendo con el Aguinaldo, el lema del Rector Mayor, que nos invita a vivir nuestra espiritualidad de una manera muy concreta. Nuestra educación y evangelización de cara a los jóvenes ha de vivirse concretamente como nos enseña Don Bosco siguiendo esa imagen de San Francisco. La invitación a nivel local parte de un conocimiento de la propia espiritualidad para conociéndola y amándola poder darle vida”, concluye José Luis Navarro.
Las Jornadas de Espiritualidad han llenado de sentido el lema asignado al Aguinaldo del Rector Mayor: «Haced todo por amor, nada a la fuerza».