Pregunta – Respuesta SMX 40
Carlos Torrero
‘Es momento de ponerse a trabajar con los últimos para que sean los primeros’
¿Cómo descubriste tu vocación por los últimos?
Mi vocación por los últimos la descubrí en el momento en que comencé a sentir el estilo salesiano con 16 años en la ciudad de Alicante en el Centro Juvenil Tucumán 7 y con la Parroquia María Auxiliadora. Me fui impregnando de un estilo que no conocía y empecé a vivir una manera de acercarme y de que Dios se acercará a mí con un estilo totalmente diferente.
No se puede entender una vocación por los últimos si no se entiende desde el estilo salesiano es algo implícito. Entender el estilo salesiano es dedicarse a los que más lo necesitan.
¿Cómo vives el carisma de Don Bosco en tu día a día?
Mi día a día mi vida profesional está encaminada hacia el trabajo con los últimos. Dedico mi vida profesional también a la Fundación Ángel Tomás con un nuevo programa que se llama Somos Parte dedicado a la insercion sociolaboral para jóvenes de 18 a 35 años.
Lo que pretendemos es invitar a los jóvenes de los suburbios y de los extrarradios de Alicante a que vivan ese ‘Ven y verás’ del que hablábamos el curso pasado.
Invitarlos a conocer una realidad diferente de una vida que ellos habían entendido como normalizada.
Se trata de estar a su disposición, de estar a su servicio y ayudarles a comprender que hay un mundo diferente y que tienen un lugar en esta sociedad a través de un acompañamiento, a través de una formación y por último de la inserción socio laboral en el mercado.
Es momento de ponerse a trabajar con los últimos para que sean los primeros.
¿Qué camino debe seguir alguien que quiere comenzar a ayudar a los últimos en su realidad local?
Para esas personas que deciden comenzar en esta aventura yo les propondría tres claves: escuchar la realidad y ver el entorno que nos rodea, para luego comprenderlo y todo esto haciéndolo desde un estilo que nos caracteriza que es el estilo salesiano. Con los oídos de Don Bosco para escuchar, con esa vista para ver como Don Bosco y ese corazón para comprender como Don Bosco. Una vez que tengamos esas tres claves podríamos proponer un cuarto paso que sería la actuación, para descubrir cómo podemos hacer que los últimos sean los primeros.
