Desde octubre de 2019 el Líbano se encuentra en una crisis que continúa agudizándose. La quiebra de su sistema financiero y la devaluación de su moneda derivó en consecuencias catastróficas sobre salarios e ingresos donde los precios han escalado de forma descontrolada. Además, la trágica explosión en agosto de 2020 y la posterior ola de contagios del Covid-19 agravó aún más la situación con una salida masiva del país pasando de ser un país-modelo, destacado por el Papa San Juan Pablo II, a verse castigado por diferentes factores sociales, políticos y económicos donde el Estado retiró casi todos los subsidios. La mayoría de la población se ha visto repentinamente empobrecida e incapaz de satisfacer las necesidades de una vida normal, teniendo que renunciar no sólo a lo superfluo, sino también a lo necesario.
“Pedimos oraciones por este pueblo, por estos jóvenes y niños que tanto sufren”, señalan al describir la situación, los Hijos de Don Bosco en el Líbano. En este dramático contexto, los salesianos en el territorio, junto a personas laicas que participan en la misión, continúan trabajando con serenidad y determinación y con todos los medios a su disposición, como signo de solidaridad y participación, especialmente con quienes son más débiles o marginados. Y son muchos, demasiados los niños, las niñas y jóvenes de la clase obrera, las personas refugiadas sirias e iraquíes, las familias necesitadas… Todos, sin distinción, son apoyados a través de la educación favorecida por becas, apoyo psicológico y material (distribución de alimentos, medicinas, artículos para la higiene y limpieza…) y de proximidad (oratorios, centros juveniles, escuelas…).
Proyecto Líbano: una respuesta coordinada
El inspector de Oriente Medio, Alejandro Leon, explica que los salesianos del Líbano están tratando de ser “signos y portadores del amor de Dios a los niños y jóvenes más necesitados”. En Líbano hay 6 millones de personas de los cuales 2 son refugiados sirios, cristianos y musulmanes y trabajan también con la población libanesa. “Agradecemos de corazón a la inspectoría María Auxiliadora este hermanamiento que nos ayuda a estar siempre unidos en el carisma”, añaden.
El Proyecto Líbano surge del compromiso que tomaron las inspectorías de la Región Mediterránea en apoyo de la del Medio Oriente en 2019 donde el Rector Mayor presentó está inspectoría como “frontera misionera”. «Cada inspectoría occidental debía establecer vínculos de relación con algunas casas concretas de la Inspectoría MOR. A la nuestra SMX le correspondió establecer una relación con las obras salesianas en Líbano», comparte José Luis Navarro, coordinador inspectorial de Animación Misionera.
Tras el parón de la pandemia, el tema se reactiva en noviembre de 2021 por parte de los inspectores de SMX y MOR, y en enero de 2022 el vicario inspectorial y el coordinador inspectorial de Animación Misionera viajan al país de los cedros para conocer de primera mano la situación en una primera toma de contacto desarrollada del 31 de enero al 7 de febrero con la primera visita oficial.
Para José Luis Navarro la primera impresión al conocer las presencias salesianas del Líbano fue muy positiva. “Uno se siente en casa, uno siente que el espíritu de Don Bosco no tiene fronteras ni barreras, al contrario se incultura dentro de cada territorio tratando de acoger lo mejor que tiene. Escuchar y ver cómo lo salesiano también se expresa en lengua árabe es una experiencia muy gratificante a nivel personal”, explica.
“Cuando uno va acercándose a esta realidad se da cuenta de cómo es posible una labor salesiana en situaciones tan complejas, con esa pobreza, la acogida de refugiados o la difícil convivencia. Todo esto hace ver que el granito de arena de la congregación salesiana es un destello de luz en esa región”, comparte sobre algunos de los detalles que marcaron la primera toma de contacto.
Para Fernando Miranda, vicario inspectorial, viajar al Líbano ha sido una oportunidad de conocer a salesianos, laicos, Familia Salesiana comprometidos y vinculados al carisma de Don Bosco. “Con una experiencia de vida, marcada por algunos elementos que la condicionan de manera fuerte, como la crisis o momentos de guerra, me llegó profundamente el ver que aquella realidad es tan salesiana como la mía. Con unos niños y jóvenes que viven a Don Bosco y lo testimonian con su alegría, el encuentro, la felicidad a pesar de que muchas veces encuentras al ejército o los puestos de control, pero el compromiso y la fe de este pueblo sigue siendo muy grande” explicaba.
Tres presencias salesianas con mucha vitalidad
La presencia salesiana en el Líbano se concreta actualmente en tres obras atendidas por una única comunidad salesiana de cuatro hermanos:
1-Salesianos El Fidar, Jbeil (Byblos)
El centro de la presencia salesiana, donde reside la comunidad, está en la población de Jbeil en el barrio de El Fidar, junto a la costa mediterránea.
La escuela de Formación Profesional ‘Lycée professionnel Don Bosco Technique’ cuenta con 250 alumnos pero podría acoger a 500. Es la segunda escuela del país en calidad educativa y número de alumnos. La presencia también cuenta con un albergue juvenil para 30 personas, donde se realizan cursos de animadores y retiros.
2-Salesianos El Houssoun, Jbeil (Byblos)
En las montañas, en la misma población de Jbeil, está la casa salesiana de El Houssoun distante unos 13 km del barrio de El Fidar. Acoge las actividades de los oratorios juveniles los viernes y los sábados para niños y niñas libaneses y para niñas y niños refugiados iraquíes y sirios. Para facilitar la participación de niños, niñas y jóvenes en las actividades de tiempo libre los salesianos deben alquilar pequeños autobuses que los recogen desde muy diferentes pueblos y barrios de Beirut para trasladarlos hasta el Houssoum. La principal actividad de la casa se desarrolla durante el verano con la participación de más de 800 niños, niñas y jóvenes atendidos por la comunidad salesiana, jóvenes voluntarios y voluntarias misioneros de la inspectoría MOR y voluntarios del MJS que viven en Líbano.
3- Angels of pace, Beirut
En uno de los suburbios de Beirut se encuentra esta pequeña escuela privada desde Infantil hasta Secundaria para 230 alumnos iraquíes cristianos, todos ellos hijos de refugiados. Dada la crisis tan grande sufrida en el país las escuelas públicas no pueden hacerse cargo de estos niños, niñas y adolescentes refugiados. La escuela, no gubernamental, no tiene por tanto un reconocimiento oficial, pero realiza una labor educativa de primer orden. Está sostenida principalmente por El Vaticano a través de la Catholic Near East Welfare Association y diversos fondos privados.
¿En qué se concreta la relación entre España y el Líbano?
El objetivo principal del Proyecto Líbano es generar y reforzar una relación afectiva y espiritual hacia la Inspectoría MOR animando la oración por la paz en el Medio Oriente y la colaboración mutua. También se quiere establecer a través de la ONGD Bosco Global y la Oficina de Desarrollo Salesiana de la Inspectoría de MOR una red de apoyo a nivel económico para favorecer aquellos proyectos que llegan directamente a las personas y a la mejora de la calidad de vida, así como otras iniciativas que se están preparando y programando para los próximos cursos.
En esta coordinación con Bosco Global se está trabajando conjuntamente para configurar tres acciones concretas en Líbano:
- una propuesta de voluntariado internacional para el próximo verano de 2023, que se lanzará en el mes de noviembre.
- desarrollar una campaña de sensibilización que permita dar a conocer en los ambientes la realidad social, cultural y económica,
- colaborar en proyecto de Cooperación Internacional de apoyo a la escuela técnica, y así como otras intervenciones que estrecharán lazos fraternales con la misión salesiana de medio oriente.
En este sentido, durante las actividades propias del verano salesiano, se desarrolló el primer encuentro. Del 16 al 22 de julio de 2022, PabloBaltasar, Cristina Martínez y José Luis Navarro, como representantes de SMX, viajaron para conocer de primera mano la labor que los salesianos realizan en atención a niños, niñas y jóvenes de Siria, Iraq y el Líbano que residen en el país.
Estas visitas tendrán dos nuevas fechas en el calendario durante del 10 al 16 de abril en El Fidar, y la puesta en marcha de la escuela de animadores del 19 al 29 de junio en la casa de El Houssoum.
Cristina Martínez explica que para ella fue muy llamativo que la forma de tratar con los niños y jóvenes, incluso la propia dinámica de las actividades era muy similar a lo que se hace en los centros juveniles de España. “Era muy bonito que, a pesar de las dificultades, las personas hacen un gran esfuerzo para que los niños y las niñas se sientan acogidos y puedan sentir por un momento que están en un lugar en el que se les quiere y donde pueden crecer tranquilos”.
Sin embargo para Pablo Baltasar conocer las presencias del Líbano supuso un descubrimiento único que le abrió la mente y las fronteras personales de una manera espectacular. “El acercamiento a esta vivencia misionera me trajo un cambio en mi vida a la hora de pensar por los demás, para los demás y hacia los demás a la hora de dar la vida pensando en ‘Abrir caminos’ más allá de lo local. Fue una experiencia de enriquecimiento, de vida y de alegría en plenitud”, concluye.
El ‘país mensaje’, como dijo San Juan Pablo II
Sembrar alegría, confianza y esperanza, así como dar ayuda concreta, sigue siendo el objetivo primordial de los Salesianos en la situación actual del Líbano. Se espera el día en que la luz finalmente triunfe y el Líbano vuelva a convertirse en el «país mensaje» descrito por el Papa San Juan Pablo II, país con una misión particular en el concierto de las naciones y en el plan de Dios. Que el Proyecto Líbano sirva para abrir nuevos caminos en la construcción de este proyecto común.