Si me preguntan quién es para mi Don Bosco yo sólo puedo decir que es alguien fundamental en mi vida. el trabajo que él desempeñó y el trabajo que han continuado los salesianos en la actualidad, ese trabajo de generar espacios ‘por’, ‘para’ y sobre todo ‘de los jóvenes’ y acompañando los procesos vitales, me permitieron a mi encontrar la vocación de servicio en la casa San Juan Bosco de Valencia. Una vocación de servicio dirigida a los más jóvenes.

Si me tengo que quedar con algo de la pedagogía salesiana que es algo que yo intento aplicar a mi día a día ya sea en el trabajo pero también en todo momento es la Alegría salesiana. Para mi siempre alegres, es vivir con una alegría de verdad, no una alegría ingenua. Una alegría en los momentos de oportunidad o en los momentos de felicidad, pero también en la adversidad, en el miedo y en la incertidumbre.

Don Bosco decía que la alegría nace de la paz del corazón que se siente amado incondicionalmente. Es algo que yo intento tener muy presente en mi día a día. También  en el trabajo, en la casa, con los chicos y con las chicas tengo muy presente la acogida incondicional que nos enseñó Don Bosco.

Él se desvivía acogiendo a sus chicos y es algo que intento yo también hacer. De esa manera de confiar en ellos, de confiar en sus procesos y en sus capacidades. Y también eso que nos enseñó Don Bosco de que el amor, el cariño, el afecto, la amabilidad, es el motor más importante, más fuerte para acompañar a una persona en su camino y que consiga llegar a donde se proponga.

Esto para mi es lo que significa Don Bosco. Un saludo.