Por: Manuel Redondo y José Luis García
Quizás pueda ser ésta una frase que sintetice todo el proceso de cambio que está experimentando la escuela salesiana en España desde el pasado 2015. Ese año, coincidiendo con el bicentenario del nacimiento de San Juan Bosco, fundador de esta congregación, se celebra un Congreso Nacional de las 144 escuelas salesianasque supone el inicio de un proceso de reflexión con la finalidad de actualizar su tarea educativa. Un proceso enfocado a la actualización, ya que los principios pedagógicos del estilo educativo deben mantenerse, pero adaptándolos a las características de la sociedad de hoy y sus jóvenes.
En el marco de esta labor de actualización en el verano de 2019 se celebró un congreso de escuelas salesianas de la Comunitat Valenciana, Región de Murcia y Zaragoza bajo el lema ”Juntos somos más”, con el objetivo de asentar las bases de los presentes y futuros cambios metodológicos desde el humanismo cristiano.
Un enfoque finalista
El punto de partida debe estar basado en el modelo de persona que va a generar la acción educativa. Pues si bien es cierto que la diversidad es una riqueza de la sociedad y la escuela, deben existir unas bases de desarrollo que lleven al alumno a un auténtico crecimiento personal y profesional para que llegue a ser un “ciudadano feliz”. De ahí que hablemos de enfoque finalista poniendo al alumnado en el centro de todo el proceso educativo generando experiencias educativas memorables que construyan biografías. La finalidad debe ser un alumno que:
- Se conoce, se valora, se cuida y desarrolla hábitos saludables.
- Es capaz de comprender el mundo que le rodea, adaptarse con éxito a diferentes realidades y a los procesos de cambio que en ellas pudieran darse, desde un enfoque creativo, innovador y emprendedor, que le permite integrarse en el mundo laboral de forma constructiva.
- Posee inteligencia intrapersonal para gestionar las emociones, así como interpersonal para establecer relaciones y vínculos afectivos positivos.
- Tiene un adecuado conocimiento cultural que le permite interpretar el mundo con sentido crítico y participar en su desarrollo mediante nuevas creaciones culturales, artísticas y científicas.
- Es capaz de comunicarse, trabajar en equipo y cooperar con los demás para ejercer una ciudadanía global activa y comprometida, basada en los valores de convivencia democráticos.
- Desarrolla y vive su interioridad, se plantea preguntas y elabora respuestas personales que le permiten clarificar sus valores y sus creencias.
- Ha experimentado una comunidad educativa con valores inspirados en el Evangelio y ha tenido la opción de encontrarse con Jesús y descubrir a un Dios personal con quien se puede relacionar.
- Conoce y articula los principales contenidos de la fe cristiana.
- Vive la vida con sentido vocacional, siendo capaz de discernir con un sentido ético. Una vocación de servicio a la sociedad de la que forma parte.
Cuidando y disfrutando del proceso
El foco de todo el proyecto educativo de la escuela salesiana debe estar dirigido al alumno como resultado del proceso educativo. Así pues, para formar un determinado tipo de persona solo es posible desde una escuela con unas características determinadas:
- Inclusiva: acoge a todos y atiende a cada uno procurando su promoción, priorizando la atención a los más desfavorecidos.
- Que adopta un enfoque y sistema preventivo.
- Donde el alumnado es el centro del proceso educativo y sus necesidades y desarrollo.
- Enfocada al desarrollo integral del alumnado en todas sus dimensiones, conforme a la visión humana y cristiana de la vida.
- En la que la metodología, estructuras, programas, recursos, ambiente y personas están enfocadas a la misión y teñidas de valores evangélicos.
- Que busca y favorece la participación activa de las familias, principales responsables de la educación integral del alumnado.
- Que se basa en la participación activa de los educadores, que desempeñan un papel esencial al hacer realidad en la práctica el Proyecto educativo.
- Que promueve a través del acompañamiento la madurez, la formación y la competencia de sus educadores.
- Que prepara para la vida: inserción social, formación profesional…
- Con una formación social que oriente hacia el compromiso con la mejora de la comunidad.
- Que promueve que el alumnado realice una síntesis fe-cultura-vida.
- Atenta a los retos, abierta a los cambios, promoviendo la innovación y actualización continua, que utiliza lenguajes, recursos y pedagogía actuales y cercanos a la realidad del joven.
Por todo ello la metodología a seguir debe ser afín a la propuesta educativa de las escuelas salesianas, contribuyendo con ello al desarrollo competencial del alumnado y ayudándose de las TIC como herramientas innovadoras, ya que son las herramientas que preferentemente utilizarán los ciudadanos del siglo XXI y hemos de introducirlas en la actividad escolar como hoy lo están el lápiz, el papel y la tiza.
- Aprendizaje cooperativo y aprendizaje colaborativo
- Aprendizaje dialógico / grupos interactivos
- Pensamiento eficaz: rutinas y destrezas de pensamiento
- Aprendizaje por Proyectos y Tareas
- Aprendizaje-Servicio
- Aprendizaje Basado en Problemas
- Contrato didáctico. Rincones de trabajo.
- Gamificación – Ludificación
- Estudio de casos
Como decía el propio Don Bosco, “sin confianza y amor no puede haber una buena educación”, por eso se debe mimar el proceso para poder generar experiencias educativas que construyan biografías.