El pasado fin de semana, ultimo de octubre ha tenido lugar en Tenerife la celebración del 30º Encuentro Canario de Salesianos Cooperadores. Este año, de manera especial, ha tenido lugar en el marco de los actos de celebración de la llegada de los Salesianos a Santa Cruz de Tenerife y La Laguna. ¡Dos grandes fiestas en una! Por tal motivo, han sido 120 los Salesianos Cooperadores de diferentes puntos de España los que se han desplazado hasta la isla para esta gran ocasión.
El Encuentro dio inicio el viernes 26 por la noche en el Hogar Escuela de Santa Cruz, donde la calidez de la acogida en la casa de nuestras Hermanas Salesianas rompió el hielo. Volaron saludos y abrazos de tanta gente que se quiere que rapidamente se empezó a respirar el espiritu de familia tan propio del carisma salesiano.
El sábado se vivió una intensa jornada de acción de gracias por diferentes puntos significativos de la isla. En primer lugar, junto a nuestra Iglesia Local, en la Parroquia de Santo Domingo (La Laguna), donde en clima de oración brotaron las emociones con los testimonios y experiencias de Conrada, Germán y Agustín. Ya por la tarde y a pesar de la lluvia, se llegó a la Parroquia María Auxiliadora de Arafo, donde se encuentra la primera imagen de María Auxiliadora que llegó a Canarias, solicitada por Salesianos Cooperadores. Tras una bienvenida animada por el sonido de las campanas, celebramos la Eucaristía de imposición de las Insignias de Plata a dos hermanos de Gran Canaria, Agustín y Laura. Finalmente, en la Casa de La Cuesta, la música iluminó el Encuentro con los testimonios de los cantantes cristianos Unai Quirós y Álvaro Fraile.
El Encuentro abrió sus puertas el domingo para acoger a toda la Familia Salesiana y a los jóvenes de los Centros Juveniles y fundaciones salesianas de Canarias, en una gran fiesta que reunió a casi 300 personas. Tras la Eucaristía inicial, la música de Unai Quirós y Álvaro Fraile llegaron al corazón de jóvenes y no tan jóvenes, terminando tras el almuerzo con un vibrante karaoke y divertidos bailes en el que todos los participantes se mezclaron sin llegarse a distinguir grupos ni lugares.
En definitiva, ha sido un encuentro inolvidable, marcado por la alegría, la profundidad y el sentido de gratuidad por tanto bien como Dios nos ha regalado con el carisma de Don Bosco. Un Amor Infinito que se sigue derramando a través de la Familia Salesiana en la vida de tantos jóvenes de las islas.