Son exactamente 250 las velitas que tendríamos que colocar en la tarta gigante preparada para celebrar los 125 años de nuestra casa de Málaga, los 75 de La Cuesta, en Tenerife, y los 50 de Badajoz. Pero no lo celebraremos así sino dando gracias al Señor por todo el bien que estas casas están llevando a cabo desde hace mucho tiempo en tres lugares bien diversos de nuestra inspectoría, con estilos diferentes, pero con un único corazón salesiano. Este número de la revista inspectorial nos da cuenta de ello en el reportaje central.
El tesoro principal de nuestra inspectoría está, sin duda, en las personas que la forman. Y no es necesario pensar solo en quienes tienen en ella las responsabilidades más notorias o en los salesianos de las comunidades. Hay joyas escondidas en la humildad del día a día; personas que con su compromiso e implicación hacen amable el rostro de Don Bosco y su carisma. Vamos conociendo a algunas; en este caso, es el turno de María Luisa Polonia, la recepcionista de la casa inspectorial en Sevilla y de Cristina Riquelme, responsable de la asociación Alraso, en Cartagena. Sus testimonios no dejan indiferentes y son un ejemplo para todos. ¡Enhorabuena! Velitas para ellas también.