A raíz de una invitación personal, entramos mi mujer y yo en el grupo de Salesianos Cooperadores (SSCC) del Centro de Sabadell, participando en las reuniones de la formación permanente, en reuniones de formación de aspirantes, en los Encuentros Provinciales que podíamos, incluso en algún encuentro regional. A medida que me iba enterando, por medio de la formación que recibíamos, lo que representaba ser Salesiano Cooperador, me iba gustando. Por cultura y por edad viví una religiosidad popular que en mi opinión no tenía nada que ver con lo que Jesús nos enseñó y eso me hizo ser muy crítico con la actuación de la Iglesia. El conocimiento de los salesianos, de los cooperadores en concreto, me despertó una vocación desconocida para mí y que se acercaba mucho a mi visión de lo que debía ser un cristiano.
Esta visión de un colectivo implicado con los niños y jóvenes más necesitados y con la gente en general, me llevó a dar un paso más. Estaba dentro del grupo de los cooperadores de Sabadell y en el colegio donde iba mi hija, me propusieron organizar un oratorio (esplai) el sábado por la tarde para los alumnos. Esta oportunidad afianzó aún más mi vocación salesiana y con los años este oratorio (esplai) del sábado se ha convertido en una asociación juvenil de acción social de la cual soy el presidente. En junio de 2013 entré en el Consejo Provincial con el cargo de coordinador, este hecho me ha ayudado mucho a conocer la ASC y el carácter regional y universal de ésta. Agradezco a Dios cada día la oportunidad que se me da de ser útil a mis hermanos salesianos.