En este número, SMX Comunidad inspectorial dirige su mirada a las tres casas de salud que acogen a los salesianos ancianos y enfermos de nuestra inspectoría: una realidad seguramente poco conocida.
Los salesianos allí residentes “son fuente de bendición para la comunidad, enriquecen el espíritu de familia y su vida adquiere un nuevo significado apostólico, ofreciendo con fe sus limitaciones y sufrimientos por los hermanos y los jóvenes”, esto afirma el artículo 53 de las Constituciones salesianas. En realidad, buena parte del presente gozoso de la inspectoría se debe a sus vidas gastadas vocacionalmente con generosidad y esfuerzo. Por eso son el tesoro oculto de nuestra familia.
En la sección Pregunta – Respuesta, se sincera Antonio Mengual, director territorial de la Fundación Don Bosco, quien sostiene que uno de los objetivos de la misma es que la persona que se acerque a ella se sienta acogida.
“Las 24 de…” las responde en esta ocasión Fernando Esparcia, administrador de nuestra casa de El Campello y salesiano cooperador.
Y la guinda del pastel la pone el joven salesiano Jesús María Ortega Tapia, quien en la ya próxima fiesta inspectorial profesará como salesiano para toda la vida.