El evento sirvió para promover el diálogo entre las dos regiones salesianas y las múltiples lenguas de Europa, compartir buenas prácticas y, sobre todo, discernir las prioridades del camino común en el viejo Continente.
El evento contó con la presencia de más de 60 salesianos, incluidos los Inspectores (entre ellos Cristóbal López, de la Inspectoría de María Auxiliadora, y Juan Carlos Pérez Godoy, de la Inspectoría de Santiago el Mayor), el Consejo General y los Coordinadores de Pastoral Juvenil (Koldo Gutiérrez, director del Centro Nacional Salesiano de Pastoral Juvenil de España) y Formación. Las diversas sesiones transcurrieron entre la escucha, el intercambio, el discernimiento, donde se debatieron varios temas:
– El Proyecto Europa, que en los últimos años ha llevado a más de 60 misioneros al Viejo Continente, con encuentros sobre las buenas prácticas utilizadas para revitalizar el carisma salesiano;
– El trabajo diverso y extenso con los inmigrantes y refugiados, reafirmado a ser un campo de acción privilegiado y carismático, especialmente en relación con los menores no acompañados;
– Los desafíos pastorales respecto a la escuela y la formación profesional en Europa;
– Una visión general sobre la situación de la formación, en la que se mostró la necesidad de remodelar las comunidades formación y fortalecer la formación salesiana de los colaboradores laicos en la misión.
Otros momentos importantes que se vivieron fue la presentación, por parte del P. Munir El Rai, Inspector de Medio Oriente, sobre la situación actual en Siria, con las comunidades salesianas comprometidas para acompañar a más de 2.000 jóvenes en las dificultades de la guerra. Otro presentación fue la del Vicario del Rector Mayor, P. Francesco Cereda, sobre el “Proyecto lugares Salesianos”.
En la Eucaristía, celebración del último día, el Rector Mayor, don Ángel Fernández Artime, se inspiró en la liturgia del segundo domingo de Adviento para invitar a la esperanza y poder hacer frente a cualquier reto, con la certeza de que el Señor hace justicia a los humildes. “Hemos sido llamados a trabajar por la justicia de los últimos, esta es nuestra marca, los últimos serán nuestra salvación”, enfatizó.
Renovó el llamado a la unidad y a pesar de las muchas diferencias que caracterizan a la realidad europea, compartió su sueño de una mayor presencia misionera en Europa, capaz de construir comunidades interculturales, internacionales e interprovinciales; por último, ha recordado que no miremos el pasado, sino más bien vivamos en un espíritu de perenne conversión, para satisfacer a los jóvenes más necesitados de hoy.