"Nos gustaría que, entre todos, lográramos hacer de la Escuela una especie de campo de sueños donde sembrar las ilusiones de todos, abonarlas con el trabajo continuo, recolectarlas con el espíritu salesiano de alegría, y distribuirlas con auténticas experiencias de animación". Con estas palabras compartía Rocío Díaz Fernández, responsable de la Escuela Don Bosco, el sentido de una programación que contribuye cada año en la formación de numerosas generaciones que apuestan por la formación salesiana en el Tiempo Libre.
"Saber ser animadores implica ser conscientes de nuestra necesidad formativa, preocuparnos por ofrecer un tiempo libre de calidad para todos y creer en la persona como centro de nuestra actividad. La programación de la Escuela es un instrumento para ello”, añadía.
La Escuela Don Bosco de Tiempo Libre y Animación Sociocultural nació en el año 1990, siendo pionera en Andalucía, con el objetivo de formar animadores, educadores, monitores, maestros dedicados a la educación en nuestras casas salesianas y a todos aquellos profesionales dedicados a la educación no formal.