En la mañana del sábado 11 de septiembre tuvo lugar la primera profesión como religioso de Daniel Sánchez Sabuco en Salesianos Elche.
La celebración estuvo presidida por Ángel Asurmendi, provincial de la inspectoría salesiana de María Auxiliadora, y contó con la participación de salesianos, familiares, compañeros y amigos que han compartido su camino vocacional y que arroparon al joven salesiano en este momento tan significativo en su vida y en la de toda la comunidad salesiana.
Entrega al Señor en la Congregación Salesiana
El ritual de la profesión religiosa estuvo compuesto por varios momentos significativos. En primer lugar, Daniel dialogó con el inspector sobre el compromiso que quiere llevar adelante con su vida como salesiano. Después, toda la asamblea acompañó a Daniel pidiendo a Dios que le ayude a llevar adelante este compromiso. Tras la lectura de la fórmula de la profesión, y la acogida de Dabiel con el abrazo fraterno del Inspector, recibió la medalla signo de su consagración, el libro de las Constituciones Salesianas y la carta de identidad de la Familia Salesiana.
Otro momento emotivo fue en el que se recordó cómo Don Bosco confió la Congregación Salesiana a María, por este motivo Daniel hizo una ofrenda floral a los pies de María Auxiliadora.
«Permaneced en mi amor»
En la homilía, el Provincial comenzó haciendo referencia al sentido del Evangelio desde el «Permaneced en mí y yo en vosotros». Ángel Asurmendi puso el acento en la importancia de dar fruto desde el amor y la entrega por los demás a partir de la llamada. «Dios nos ama por lo que Él es. Amor. Daniel, en este día de tu primera profesión, te encuentras frente a su llamada. Dios ha pensado en ti. No eres fruto de una casualidad. Quiere que seas instrumento para los demás. Quiere contar contigo y es un día para dar gracias», explicó Asurmendi para centrarse en la plenitud de esta entrega.
«Solo conoce la alegría el que sabe regalarla. Eso va a nuestro Carisma y no se puede vivir de espaldas al mundo. Pocas cosas hay más grandes y evangélicas que consolar el sufrimiento de las personas con ella. Hoy te comprometes a eso», añadía sobre la profesión religiosa como signo del encuentro de amor entre el Señor que llama y el discípulo que responde entregándose totalmente a Él y a los hermanos, como se recoge en las Constituciones Salesianas.
Al terminar la celebración, Daniel realizó una breve acción de gracias en la que afirmó tener clara su misión “como signo y portador del amor de Dios a los jóvenes, especialmente a los más necesitados”. Agradeció a tantas personas que le han acompañado en este camino, recordando a cada salesiano, amigo, familiar o profesor que le había ayudado en este tiempo previo de discernimiento, teniendo un especial recuerdo para los jóvenes de las presencias salesianas de Elche, Sevilla-Bartolomé Blanco y Genzano di Roma.
Tras la primera profesión, continúa su camino formativo en la comunidad salesiana del posnoviciado de Granada donde, durante tres años, compaginará estudios de Filosofía con otros de Salesianidad y prácticas pastorales.