En los últimos días, los medios de comunicación se están llenando de imágenes y testimonios de miles de refugiados aislados en las fronteras de varios países europeos. Se estima que pueden ser alrededor de 75.000 personas atrapadas que no pueden llegar al destino marcado. Las malas condiciones climatológicas en Centroeuropa están haciendo que estos migrantes tengan que vivir, sobrevivir en condiciones lamentables. Incluso niños pequeños tienen que soportar temperaturas bajo cero, rodeados de nieve por la ola de frío, mal durmiendo en tiendas de campaña o naves industriales para pasar las gélidas noches.
Ante esta situación, 430 organizaciones que trabajan en defensa de los derechos humanos, en el ámbito migratorio y refugio, educación, colegios, asociaciones, profesionales, instituciones religiosas y comunidades, sindicatos, etc. se han sumado en los últimos días al llamamiento “Para que no se mueran de frío”. Entre esas entidades firmantes se encuentra la Coordinadora Estatal de Plataformas Sociales Salesianas y otras entidades de ámbito salesiano.
Las organizaciones firmantes manifiestan su profunda preocupación debido a que la situación actual en estas zonas pone en riesgo sus vidas y supone un incumplimiento de las garantías mínimas que debe ofrecer la Unión Europea. La Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, en sus dos primeros artículos, se compromete a preservar, proteger y respetar la dignidad humana, así como el Derecho a la vida; dos elementos, que a juicio de los firmantes, se está poniendo en entredicho.
Por eso, se solicita al Gobierno de España y a la Unión Europea que, con carácter de urgencia, se actúe activamente para poner en marcha una operación europea contra el frío, en coordinación con los gobiernos de Grecia y los países balcánicos, a través del Mecanismo Europeo de Protección Civil u otras acciones de emergencia que pongan en marcha los propios gobiernos de la UE, para poner fin a la situación vulnerable de estas personas.
En internet existe otra propuesta a nivel individual. Todo aquel que lo desee puede firmar una declaración de intenciones recogida en un comunicado y promovida por grupos católicos para que este problema se solucione cuanto antes. En la página web efectoacogida.org, 2300 personas ya han dado su nombre y apellidos. Una iniciativa que pretende recordar no caer en la “globalización de la indiferencia” que el papa Francisco constantemente recuerda como uno de nuestros principales males en la sociedad actual en la que vivimos.