¿Cómo entraste a formar parte de la Fundación? / Plataformas Sociales de la Inspectoría Salesiana? ¿En qué proyecto?
Mi historia personal está marcada por los campamentos de inclusión que realizábamos en la Casa de Biar con el Centro Juvenil. Allí descubrí en la relación con los muchachos del campamento y en los pocos contactos que tuve con sus familias, una gratificación personal diferente. Comencé a tomar conciencia de necesidades sociales existentes en Villena que hasta ese momento me habían pasado desapercibidas. Tres voluntarios de los que hoy formamos parte del PAE AT nos encontrábamos ya en aquellos campamentos.
¿Por qué decidiste hacerte educador/a/voluntario y dedicar tu tiempo por los demás?
Aprovechar la oportunidad de utilizar tu tiempo en favor de otros no resulta complicado, lo difícil es darle sentido, y el sentido lo encuentras cuando haces de tu tiempo un regalo. Mi pertenencia a otras asociaciones ha podido resultar gratificante pero nunca tanto como la satisfacción que encontré en aquellos primeros campamentos y ahora en este proyecto. Las sonrisas y las miradas agradecidas de unos chicos entonces, y de otros ahora son testigos fieles de no haber dejado pasar estas oportunidades.
Cuéntanos un poco sobre la realidad del proyecto…
El PAE AT es todavía un recién nacido con ganas de crecer: once destinatarios, un educador, ocho voluntarios y toda la Casa de Villena apostando por un humilde proyecto que en colaboración con Servicios Sociales y la Comunidad Educativa Local va en busca de consolidarse y ampliar sus prestaciones.
¿Qué futuro le auguras al proyecto?
La necesidad social en Villena de un servicio como el PAE AT existe, por lo que el futuro debe estar garantizado. Nunca hubiese podido imaginar tanta gente buena dejando su grano de arena, a veces verdaderos sacos, para sostener el proyecto. Y si vivimos junto a gente buena, tenemos la suerte de convivir con los grupos de la Casa Salesiana que responden con imaginación y dedicación para asegurar la viabilidad del Proyecto de Apoyo Educativo Ángel Tomás.