«Nunca es tarde para ver como tus sueños de niño se acaban cumpliendo»

19 abril 2019

"Estoy convencido de que todos alguna vez hemos soñado con hacer de voluntarios. Si hago un ejercicio de memoria intentando averiguar quién y cuando me inoculó el virus del voluntariado, seguramente debería remontarme a mi pre-adolescencia, cuando venían los hermanos misioneros y no podía dejar de agararrme a la emoción que transmitían cuando contaban sus experiencias, y me imaginaba a mí mismo aportando mi granito de arena.

Después la propia formación, la iniciación al mundo laboral, la creación de la propia familia y lo que todo esto conlleva hace que, por decirlo de alguna manera, nos dedicamos a otro tipo de "voluntariado", y se haga muy difícil encontrar el momento. En mi caso, después de un par de intentos fallidos, y cuando ya podía parecer que este tren había pasado para mí, este año los astros han comenzado a alinearse y, después de una toma de contacto inicial , en el mes de febrero inicié una serie de sesiones formativas que deberían desembocar en mi primera experiencia de voluntariado.

De la mano de VOLS, un grupo de personas muy diferentes a primera vista (familias, hermanas, amigas …), pero con el denominador común del voluntariado, llegamos un fin de semana del mes de febrero a Llinars con nuestro equipaje para iniciar la primera de una serie de sesiones formativas, sin tener muy claro qué haríamos ni cuál sería nuestra tripulación, y vimos despegar sin un destino conocido (de hecho a día de hoy todavía nadie lo tiene claro ).

Después del fin de semana de Llinars, donde toda la Comisión encabezada por Josep Mª (Mi acompañante), Arantxa y Elena nos introdujeron en el mundo de VOLS y lo que significa ser voluntario, para la segunda formación fuimos a La Mina, donde los Salesianos tienen una obra liderada por Pep, Juanjo y Joan que es un auténtico ejemplo de voluntariado de proximidad. Las dos siguientes las hicimos en BCN (Maristas y Tibidabo), para compartir con otros voluntarios reflexiones, y tomar conciencia de los privilegios que, seguramente sin tomar conciencia, tenemos y ejercemos en nuestro día a día.

Mentiría si dijera que al principio estas sesiones no me daban un poco de pereza, dejar la familia y amigos un fin de semana, por muy justificado que esté, siempre cuesta … pero no es menos cierto que en todas y cada una de las sesiones formativas realizadas hasta ahora, he vuelto a casa con ganas de explicar a mis todo lo que había aprendido y experimentado, y con la sensación de haber aprovechado el tiempo.

Durante este mes de mayo que apenas estamos a punto de empezar, hay previstas dos sesiones más llenas de nuevas experiencias y emociones porque, entre otras cosas, deben confirmarnos nuestros destinos (Cuánto sufrir Dios mío). Yo, por si acaso, ya he empezado a remover papeles y pasaporte. Ya sólo me queda vacunarme, aunque del virus del voluntariado me gustaría no curarme nunca, de hecho este verano espero poder confirmar en primera persona aquel dicho que reza que si lo deseas de corazón, nunca es tarde para ver como tus sueños de pequeño, se acaban cumpliendo … Ya os lo contaré ".

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