Los nuevos casos de ébola en Sierra Leona y Liberia han hecho saltar las alarmas de nuevo. “Liberia era un país libre de la enfermedad desde el 9 de mayo pero ya hay tres nuevos casos. En Sierra Leona estamos también preocupados por el repunte de afectados”, explica Jorge Crisafulli, responsable de los Salesianos en los países de habla inglesa de África Occidental. “No podemos bajar la guardia. Nos enfrentamos a un enemigo invisible”, añade el misionero.
Son ya más de 28.000 las personas afectadas por el ébola y 11.200 las que han perdido la vida en Liberia, Sierra Leona y Guinea Conakry. Y las consecuencias sobre la población son muy grandes. Como ejemplo, los más de 16.000 niños y niñas que han perdido a sus padres, a los dos o a uno de ellos. Los niños han sufrido mucho, pero los misioneros salesianos en Sierra Leona no los han dejado solos y más de 250 menores son acogidos en un centro donde se pueden recuperar. “Expresan sus traumas, se socializan, siguen aprendiendo y trabajan duro para volver a convivir con sus familias”, explica una de las voluntarias que trabaja con estos pequeños.
“Mis padres murieron de ébola. Una ambulancia se los llevó y ni yo ni mis cuatro hermanos volvimos a verlos. Yo también enfermé. Me llevaron al hospital y me separaron de mis hermanos. Estaba muy triste. Tres semanas después me llevaron al centro salesiano y he mejorado mucho. Quiero volver a vivir con mis hermanos y mis tíos. Quiero estudiar y ser médico”. Es la historia de Margaret, de 14 años, pero son miles. Alfa, con cinco años, perdió a sus padres y a 12 miembros de su familia. Hoy vive en el centro con sus hermanos. Ibrahim tiene 4 años y perdió a su padre por el ébola y a su madre porque huyó.
Desde MISIONES SALESIANAS queremos hacer una llamada de atención para no olvidarnos de que el ébola y sus consecuencias aún no han sido vencidos. Por ello, hemos lanzado la campaña Y ahora, ¿qué? “Porque aún necesitamos la ayuda de muchas personas para recuperar el futuro de los niños, niñas y jóvenes de Liberia, Sierra Leona y Guinea Conakry, los niños del ébola”, explica Ana Muñoz, portavoz de la organización.