El domingo 20 de diciembre, a las 20:00, se congregó una multitudinaria asamblea para inaugurar solemnemente el Año Santo en la Basílica de María Auxiliadora de la Iglesia diocesana de Sevilla, preludio de una profunda experiencia de gracia y de reconciliación.
Presidíó la celebración Don Santiago Gómez Sierra, obispo auxiliar de la archidiócesis de Sevilla. Entre los abundantes concelebrantes estuvieron presentes D. Adrián Sanabria, vicario episcopal para Nueva Evangelización y D. Cristobal López, inspector provincial de la Inspectoría Salesiana María Auxiliadora.
Tras entonar el himno oficial, en la puerta de la Basílica, D. Santiago invitó a toda la asamblea a vivir este año jubilar extraordinario como una oportunidad para experimentar la misericordia de Dios.
Un momento particularmente importante fue la colecta. El mismo Papa Francisco desea que este Año Santo haya un signo concreto de caridad que perdure como memoria de este Jubileo. La archidiócesis de Sevilla concretará ese gesto creando un centro de formación para personas sin trabajo, con menos recursos y posibilidades, con el fin de ayudarles a reinsertarse en el mundo laboral. Este centro será creado con la ayuda generosa de toda la Archidiócesis y será gestionado por Cáritas diocesana.
En este Jubileo todos destaca la llamada a ser misericordiosos como el Padre. Los destinatarios preferentes de la misericordia deben ser los pobres y los que sufren, a los que todos deben acompañar, servir y atender.
Al concluir la celebración, los concelebrantes se acercaron a la capilla de la Esperanza de la Trinidad para concluir el solemne besamanos de la titular de la Hermandad.