El inicio de curso escolar siempre es un buen momento para detenerse, mirarse hacia dentro para poder hacerlo hacia fuera, y proyectarse en el camino a seguir, ya sea personalmente o profesionalmente.
Y en esta línea, 18 personas trabajadoras de Bosco Global se reunieron del 26 al 28 de septiembre en el maravilloso oasis de la casa salesiana de Martí-Codolar, en Barcelona, con el principal objetivo de conectar como equipo, convivir, dialogar y proyectar energías y acciones para seguir transformando el mundo desde la educación.
Para avanzar es fundamental reconocerse como sujetos capaces de impulsar cambios, personalmente pero también como grupo, y uno de los focos de las dinámicas del encuentro fue el “hilo del tiempo”, que permitió reflexionar sobre los hitos históricos de la ONGD desde su nacimiento, incluyendo las unificaciones de Solidaridad Don Bosco y VOLS- Voluntariat Solidari, hasta el momento actual, y soñar conjuntamente el futuro.
En la dinámica del “hilo del tiempo” se completó una línea temporal representada en el suelo con nombres de personas, voluntarias, salesianos y salesianas, miembros del equipo técnico, que han formado o siguen formando parte del proyecto tan bonito de ONGD salesiana. Y, posteriormente, cada persona técnica tuvo la oportunidad de compartir las experiencias vividas con las personas incorporadas.
“Me siento profundamente agradecida por tantas personas, técnicas y voluntarias, que han contribuido a crear lo que hoy somos. Sin ellas, sin su testimonio de vida y compromiso nada de esto sería igual”, explicaba emocionada Begoña Simal, la técnica más veterana de la ONGD, que iniciaba su camino en la ONGD en el año 2000.
Desde Bosco Global explican que el encuentro ha dado mucho de sí, desde sesiones más técnicas a otras más estratégicas, con grandes espacios para fortalecer la convivencia de grupo y promover la cohesión como entidad.
De entre muchas de las ideas que han resonado con más fuerza, se apuntan como más relevantes el seguir priorizando el servicio a las casas salesianas de la Inspectoría y a las delegaciones de la ONGD; seguir impulsando el trabajo en red; y poner, aún más, el foco en el voluntariado de Bosco Global, el motor que mueve todo el engranaje solidario y la razón de ser de la entidad.
El encuentro también contó con la participación de Jordi Lleixà, delegado de Pastoral de la Inspectoría María Auxiliadora y vicepresidente de Bosco Global, que agradeció especialmente todo el compromiso y la dedicación del personal técnico; y presentó el lema inspectorial, “Hay un sueño para ti”, en el que hizo hincapié en la necesidad de seguir poniendo el corazón, pero también la cabeza para hacer realidad el sueño de Don Bosco para el mundo.
Por último, el encuentro contó este año, continuando la labor iniciada en el tema de cuidados el pasado año, con una sesión de coaching sobre salud emocional, facilitada por Beatriz Villanueva, que sirvió de punto final para testar la salud emocional del equipo y en la que se hizo palpable la gran sintonía que existe en él.