Los festejos en honor al patrón de los animales se iniciaron en realidad la noche anterior con la quema de un cerdito de cartón piedra en una plaza cercana a la parroquia, y continuaron ya el domingo con la Misa mayor seguida del desfile y bendición de centenares de animales en la calle Sagunto.
El acto contó con la presencia de diversas autoridades entre los que destacó el President de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, así como representantes del Ayuntamiento de Valencia: el Concejal de Fiestas Pere Fuset, la concejal de Protección Ciudadana, Sandra Gómez López, cinco concejales más y las falleras Mayores de Valencia: Alicia Morena y Sofía Soler, que recibieron de manos del pintor valenciano Rafael Mocholí un cuadro en recuerdo del acto de bendición de los animales.
El párroco de San Antonio Abad, Javier Sevilla, expresó su deseo de que la parroquia de calle Sagunto sea la casa de todos, también de los animales de compañía y deseó que “la bendición de San Antonio Abad venga a nosotros y a los animales de compañía que tanto amáis”. El acto también contó con la presencia de Cristóbal López, superior de la Inspectoría María Auxiliadora quien visita estos días las casas salesianas de la ciudad del Turia.
El desfile comenzó con una suelta de palomas. Y acto seguido se inició la bendición de los animales de compañía; entre ellos los primeros en iniciar el pasacalles fueron los de la Protectora de Animales de Valencia, continuaron cientos de mascotas: mayoritariamente perros, pero también gatos, tortugas, peces y hámsteres, canarios e incluso erizos: todo un desfile del orgullo animal. Las mascotas recibían la bendición de Sant Antoni del Porquet y sus dueños unos dulces tradicionales, cortesía de la Hermandad de San Antonio Abad, que lleva más de 50 años vinculada a la casa salesiana de esta parte de Valencia.
Tras las mascotas desfilaron los distintos cuerpos de seguridad del Estado: las unidades de caballería de la Policía Local, de la Policía Nacional y la Unidad Canina de la Guardia Civil y de la Policía Nacional, entre otros y un sinfín de carros, carretas, caballos y jinetes, bueyes y hasta una simpática recua de borriquillos, todos ellos procedentes de la huerta y comarcas cercanas a Valencia.