Más de 600 jóvenes de toda la península ibérica descansarán en la casa salesiana Martí-Codolar de Barcelona, durante su viaje al Turín salesiano el último fin de semana de julio con regreso el 7 de agosto. El Campobosco 2024 es un encuentro organizado por la pastoral juvenil salesiana de España y Portugal en el que se peregrina a Turín, la raíz donde nació el carisma salesiano, la tierra de Don Bosco y Madre Mazarello, conociendo su experiencia espiritual y a su respuesta creyente. “En el Campobosco 2024 nos acercaremos a Jesús y su Evangelio a través de la Palabra de Dios, nos fijaremos en el rostro de Jesús que inspiró a nuestros fundadores, nos dejaremos confrontar por la fe que vivieron Don Bosco, Madre Mazzarello, y los jóvenes del primer Oratorio”, explican los organizadores del encuentro.
Este gran grupo de jóvenes, de 19 a 30 años, llenará todas las habitaciones disponibles en la casa de Martí-Codolar, que son muchas, y algunos estancias habilitadas para la ocasión.
“Salesianos Martí-Codolar deberá preparar hasta 2.400 menús diarios las jornadas de mayor afluencia, lo que supondrá un nuevo reto para un personal ya acostumbrado a este tipo de grandes eventos, peste año batiremos todos los récords”, explican desde la casa salesiana.
Además, este año la Casa Salesiana está celebrando su 75 aniversario, «lo que supone un gran motivo de alegría» concluyen.
Una casa con historia y belleza natural
La Residencia Salesiana Martí-Codolar, situada en Vall d’Hebron, no solo es conocida por su histórico seminario católico y su papel como la antigua sede del primer zoológico de Barcelona, sino también por sus impresionantes jardines. Estos espacios verdes, diseñados en el primer tercio del siglo XIX, albergan una rica variedad de flora que incluye un palmeral, un pequeño pinar y el bosque, creando un entorno de biodiversidad que invita a la relajación y la contemplación.
El corazón de estos jardines es, sin duda, el estanque del Rombo. Este estanque alberga una colonia permanente de tortugas que viven en un hábitat ideal para su conservación y reproducción. Pasear por los caminos sombreados, bordeados por tilos y moreras, permite a los visitantes disfrutar de la frescura y la tranquilidad que ofrece este entorno natural. Además de la belleza natural, los jardines de Martí-Codolar están cargados de historia. Monumentos como el dedicado a la visita del Rey Fernando VII y el dólmen en memoria de Don Bosco, erigido en 1890, añaden un valor histórico y cultural a este espacio. Estas piezas históricas se integran armoniosamente con la naturaleza, creando un ambiente donde el tiempo parece haberse detenido.
El corazón de estos jardines es, sin duda, el estanque del Rombo. Este estanque alberga una colonia permanente de tortugas que viven en un hábitat ideal para su conservación y reproducción. Pasear por los caminos sombreados, bordeados por tilos y moreras, permite a los visitantes disfrutar de la frescura y la tranquilidad que ofrece este entorno natural. Además de la belleza natural, los jardines de Martí-Codolar están cargados de historia. Monumentos como el dedicado a la visita del Rey Fernando VII y el dólmen en memoria de Don Bosco, erigido en 1890, añaden un valor histórico y cultural a este espacio. Estas piezas históricas se integran armoniosamente con la naturaleza, creando un ambiente donde el tiempo parece haberse detenido.